Recordando a dos fabriqueros entrañables
El próximo jueves 9 de septiembre se recordará a los compañeros Jorge Acedo y Miguel Peyrano, fallecidos hace poco más de un año. Será un recorrido por la memoria de sus compañeros fabriqueros, sobre sus vidas y la historia de ATE.
El 17 de septiembre de 2016 falleció Jorge Acedo, trabajador de la Fábrica Militar de Fray Luis Beltrán y dirigente de ATE. Casi un mes más tarde, el 15 de octubre, lo siguió Miguel Peyrano, su compañero de trabajo, de militancia y hermano de la vida. Un año después, sus compañeros fabriqueros, protagonistas junto a ellos de la rica historia de ATE y del movimiento obrero de la región, les realizarán un homenaje.
Será el próximo jueves 9 de noviembre, a las 18.00, en el local sindical de San Lorenzo 1879. Pero no se tratará de un homenaje más. Sin formalidades, compartiendo una mesa y algo para picar, los fabriqueros se reunirán con dirigentes nacionales y locales del sindicato, con jóvenes y viejos, con trabajadoras y trabajadores de todos los sectores, para hacer un recorrido por la memoria. Para compartir las anécdotas y la historia de un sindicato que los contuvo, los vio crecer y los tuvo como dirigentes y que hoy no sólo recuerda a esos compañeros sino que toma su legado para continuar con el camino enseñado.
A continuación, las palabras que el dirigente cordobés y Presidente del Centro de Jubilados nacional de ATE, Cacho Mengarelli, dedicó a cada uno ante su partida.
A Jorge Acedo:
Es bravo despedir a un amigo y a un compañero y luchador de este calibre. Yo estoy jubilado y por eso tengo mucho compartido con Jorge. En el '75 comenzamos a tener una interrelación entre la seccional Villa María y la de Rosario. Y después vino la dictadura. El Colorado, Jorge y tantos compañeros que perdimos el laburo. A otros peor, los metieron en cana. Y otros ya sabemos las consecuencias de esa nefasta noche. Tachero de Anusate. Recuperador del gremio de manos de la dictadura y de la burocracia sindical. Todo eso hizo Jorge.
Va en un viaje de ida y vuelta, como los otros viajeros que dejaron un camino marcado: Germán, Casinelli, Sufritti, el gordo Colorado Quagliaro. La colorada pasión rosarina de hormigueante construcción permanente, y él es una expresión genuina de esa Rosario.
No nos deja, nos sigue guiando, nos construye y nos ayuda a construir la felicidad de la clase. No traicionar sería hacerle respeto a su memoria, no decaer, no dejar de luchar, sería continuar con la obra de él y de quienes nombré antes.
También despedimos un pedazo nuestro, tantos ideales compartidos, con tanta firmeza. Era el gordo duro, el de la síntesis más corta. Parecía enojado, era un tótem de piedra con corazón de pan, así lo definía cuando lo saludé para el cumpleaños. El tipo que contenía, que cuando estaba al lado tuyo la adversidad se hacía más chica y te sentías protegido porque era contenedor, cobijador.
Compañero eterno, inmortal, va a ir y va a volver de nuestra memoria y nos va a marcar el camino para que peleemos por la liberación de la clase.
A Miguel Peyrano:
Miguel Peyrano emprendió su viaje y allí va con su desmedida relación, entre la enorme pasión que lo mueve y su cuerpo. Fabriquero de ley, luchador sindical sin claudicaciones, bocón, calentón, contestatario, humeante y colérico defensor de las empresas del Estado.
Pionero de ANUSATE, fue parte de la colorada pasión rosarina, impiadoso con él mismo y solidario con la clase, vivía, sentía y respiraba ATE.
Pobre representó desde diferentes cargos y organizaciones a los trabajadores y pobre se fue, con su mejor riqueza: la ética.
Siempre cercano en la vida y en la militancia a Jorge Acedo y casi juntos viajan a esa ANUSATE y ATE cósmica y sideral, que fundaron nuestros inmortales viajeros anteriores y seguramente disputarán las estrellas, para iluminar las luchas de la clase, en la Fray Luis Beltrán, luz de plata alumbrará.
Estoico custodio pretoriano de mi familia y mío, durante "la estadía" que me devolvió la vida en Rosario, te guardamos, te atesoramos y acompañamos a tus seres queridos, hijos, hija. Hasta la Victoria Siempre Miguel.