Balance de un año de luchas
La Secretaria General de ATE y CTAA Rosario, Lorena Almirón, analizó este período de ataques de los gobiernos a las y los trabajadores. Consideró que “si no tuvimos más despidos, más represión, más precarización, fue porque estuvimos en las calles” y valoró que “hubo acumulación y fortalecimiento de los sectores que veníamos encontrándonos en la lucha”.
A Lorena Almirón, primera Secretaria General mujer de la ATE y CTAA de Rosario, le tocó gestionar en su primer mandato con la pandemia y, en este segundo período, con gobiernos que desprecian a las y los trabajadores estatales en particular y a quienes viven de su trabajo en general. Mate en mano en uno de los pocos momentos en que no estuvo en actividades, asambleas y lugares de trabajo, se dispuso a analizar un año histórico para Argentina y el mundo.
¿Cuáles son las primeras sensaciones al mirar este 2024?
Bronca y tristeza por las políticas de los gobiernos que ya avizoramos en la campaña. Y orgullo de cada trabajador y trabajadora que luchó y lo sigue haciendo y de nuestra organización sindical que está por cumplir 100 años. ATE priorizó estar al frente de la pelea contra la profundización de la pérdida de derechos, fue un solo puño nacional y localmente hacia esos ataques externos. Se vio en nuestra presencia regional y en las movilizaciones en CABA y en la presencia de nuestro Secretario General nacional en Rosario cada vez que fue necesario.
¿Cómo definís al gobierno de Javier Milei?
De ultraderecha, odia al Estado, a las y los trabajadores, nos estigmatiza, nos quiere destruir. Pretende llevar al Estado a su mínima expresión. No es que no quiere al Estado, quiere al Estado que sirva a los intereses de los empresarios y que deje a la deriva a los sectores populares. Es un proyecto político totalmente inhumano y odiante. Misógino e insensible con las personas más vulnerables.
Viene a desmembrar el tejido social que queda, anulando la perspectiva colectiva o comunitaria. No hubiera logrado esto sin el apoyo de las y los diputados y senadores, que ni siquiera eran mayoritariamente de su partido y de un poder judicial podrido que está lejos de la búsqueda de justicia.
¿Y al gobierno de Maximiliano Pullaro?
Hay un hilo conductor entre ambos, reproduciendo lógicas de ajuste. Pullaro partió con las cámaras legislativas a favor. Enfocó al sector educación como sujeto para ejercer el disciplinamiento del resto, el más precarizado y feminizado de la administración pública provincial. Atacarlo estaba en sus medidas iniciales para generar aval de la población, como Milei lo hizo con el sector piquetero. A los trabajadores con empleo, amenazando con descuentos y despidos; a los desempleados con quitar la asistencia.
Recorrió el país la imagen de despedidos de ENACOM Rosario, con policías sacándolos de su lugar de trabajo ¿Cuál es la dimensión del ataque en materia laboral?
Milei y sus ministros vienen a consolidar una pérdida de derechos laborales y económicos con medidas totalmente regresivas y de desconocimiento de los vínculos laborales. Es lo que viene a implantar desde la Ley Bases y el DNU 70/23. Avanzó con despidos, cierre de organismos, vaciamientos. Hubo impuestazos, revisiones de pases a planta, baja del salario real, dilatación de la paritaria. Algo que se vio también en la provincia: nos adeudan aumentos de 2023, convocaron a paritarias en enero para definir propuestas en la misma fecha de siempre, licuan los aumentos con cuotas y extorsionan con descuentos para que no paremos.
¿Qué importancia tuvo la lucha contra la reforma jubilatoria?
Desde que Jorge Boasso, Secretario de Seguridad Social de Santa Fe, empezó a hablar de la reforma previsional en consonancia con lo que se planteaba a nivel nacional, con Amsafe Rosario intensificamos las protestas que veníamos dando desde 2023. Incluso tuvo la cara de hablar de igualdad de género para subir la edad jubilatoria a las mujeres.
Fuimos muchas veces a la Caja de Jubilaciones. No existía necesidad y urgencia para reformar, más que la del gobierno. La deuda nacional sigue siendo mucho más grande que el déficit y Pullaro prefirió atacar a las y los trabajadores a tensar su alianza con Milei. Discutieron la reforma jubilatoria con la Bolsa de Comercio y no con las organizaciones de jubilados y jubiladas. Hicimos movilizaciones muy importantes que terminaron en represión y una votación escandalosa el 12 de septiembre. El efecto posterior fue la persecución y detención a quienes protestaron.
2024 inició con reclamos por el cobro de plus de IAPOS, luego vino el corte de prestaciones y cerca de fin de año se dio la quita de medicamentos en PAMI ¿Cómo analizas eso?
Milei tiene un plan de ataque a los sectores más vulnerables. Arrancó con las mujeres y diversidades, siguió con las personas con discapacidad, le quitó el refuerzo nutricional a las infancias y finalmente, tras reducir de manera dramática los haberes de las personas jubiladas y pensionadas, pretende que mueran quitándole el acceso a los medicamentos y la atención sanitaria. Lo que pasó con IAPOS este año es también un escándalo: se suspendieron operaciones oncológicas, de alto riesgo, se dejó a la deriva a cientos de miles de estatales que cada mes pagan la obra social. No hay soluciones de fondo, sólo ajustarnos.
¿Qué pasó con ATE Santa Fe, las autoridades provinciales del sindicato?
El CDP se escondió debajo de la mesa y ni siquiera paró cuando pararon todos los sectores estatales. Alentaron el no parar, no movilizar, apretaron, amenazaron. No dieron ninguna propuesta para mejorar la vida de los afiliados. Priorizaron su pertenencia partidaria a su representación gremial. Perdieron el ejercicio de la lucha.
¿Les preocupa la situación frente a las garantías democráticas?
Totalmente. Respondimos desde diciembre de 2023, marchando por las calles gritando que ningún protocolo nos iba a sacar de ahí. La alianza temprana de Pullaro y (la Ministra de Seguridad) Bullrich se vio cuando en febrero se llevaron detenidos a trabajadoras y trabajadores de la Cultura que protestaban contra la Ley Bases, que durante largo rato no supimos dónde estaban.
Las detenciones a quienes participaron de las protestas contra la reforma previsional fueron políticas en forma y contenido. Quieren disciplinar y meter miedo. Ninguno de los casos tiene que ver con lo penal, sino con lo laboral y la reducción de garantías constitucionales para trabajadores y trabajadoras. Nos bajaron los salarios, aumentaron los impuestos, cerraron paritarias a la baja unilateralmente, nos descuentan por parar y nos reprimen cuando reclamamos.
Fíjate que desde el gobierno provincial hicieron el trabajo visual de, primero, mostrar a los presos ‘a lo Bukele’ para provocar a los narcos. Después, detuvieron a nuestros compañeros como delincuentes y los trasladaron como narcos para generar un impacto en la visión social.
¿Cómo fue la construcción de la unidad de acción?
Hubo un sector que salió a la calle de manera inmediata cuando muchos decían que había que darles tiempo porque recién asumían. Hay hoy día sectores sindicales más ocupados en las elecciones 2025 que en generar la fuerza para frenar este ajuste. Desde ATE Rosario tuvimos claro desde un principio que no había que darle tiempo al gobierno. Costó inicialmente, hubo que amalgamar la calle, porque a los sindicatos combativos nos cuesta parar la pelota y pensar estrategias colectivas con otros sectores; y hubo otros gremios a los que hubo que convencer y conversar mucho para que salgan.
¿Qué crees que se logró?
Si no tuvimos más despidos, más represión, más precarización, fue porque estuvimos en las calles. El único freno parcial a la degradación democrática fue porque hubo y hay sectores que mantenemos la lucha en unidad, también en momentos muy graves como fueron las balaceras. Que tener un uniforme laboral que antes te protegía fuera motivo de ser blanco de ataque, fue muy fuerte. Por eso se hizo una gran marcha por la paz, por la cual el gobierno provincial también nos descontó el día. Una vergüenza.
También, creció la acumulación de los sectores que veníamos encontrándonos en la calle, que empezamos a compartir instancias de análisis, formación, debates y eso nos fortaleció. Hay que decir que hay sectores que no movilizaron, no movilizan, o cuando lo hacen es con acto de presencia. Con desmovilización y discursos no se logran cosas. Por eso en ATE unificamos lo humano, lo gremial, lo político, la lucha, la unidad y la solidaridad. Y con constancia, fíjate que este año después de 18 años de lucha pudimos lograr el reconocimiento legal de ATE en el municipio de Rosario. En momentos de pérdida de derechos, fue una lucha gremial y legal que debía llegar a su final porque ya de hecho teníamos la legitimidad y la representatividad.
A nivel interno la Seccional se planteó objetivos ¿Qué balance haces?
Transversalizamos la política de géneros y diversidades, la formación y la acción social. Sostuvimos la caja navideña, los útiles escolares, dimos alternativas frente a los bajos salarios con la compra colectiva. Crecimos en materia cultural y recreativa, también desde la perspectiva de fortalecer los lazos primarios.
Por ejemplo, si bien inició como un espacio de mujeres y diversidades, el taller de percusión se amplió a quienes querían hacer batucada en las marchas y también para las infancias. Trabajamos lo teatral para fortalecer la comunicación, lo discursivo. Los espacios artísticos ayudan a la política de la cercanía, del afecto. También las formaciones gremiales internas y con nuestra CTA Autónoma.
Mejorar la vida de las y los trabajadores es la tarea del sindicato. En ese sentido seguiremos haciendo, escuchando en cada lugar de trabajo como hicimos con las cientos de recorridas, dándole prioridad a lo humano.
Equipo de Comunicación ATE Rosario