'Estas detenciones violentas hacia trabajadores estatales no sucedieron en 40 años de democracia'
La secretaria general de ATE Rosario, Lorena Almirón, cuestionó tanto a la gestión provincial como nacional: las acusó por despidos, bajos salarios y persecución.
Por Candela Ramírez, para el Ciudadano y la región
En agosto de 2023, Lorena Almirón consiguió la reelección como secretaria general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) delegación Rosario. Todavía le quedan tres años de gestión. En diálogo con El Ciudadano repasó cuáles son los aspectos que más le preocupan hoy sobre el gobierno de Javier Milei en Nación y el de Maximiliano Pullaron en la provincia de Santa Fe.
Encontró muchos puntos en común entre ambos y describió cuáles son los mayores problemas que padecen los trabajadores del Estado.
—¿Qué representa el gobierno de Javier Milei para el conjunto de los trabajadores?
—Representa despidos, ajuste, represión, pérdida de derechos y garantías constitucionales, pérdida de los bienes comunes y de la soberanía. Representa la tristeza de un pueblo que hoy necesita tener garantizadas las cuestiones mínimas como comer, una vivienda digna, llevar adelante la recreación que necesitan los trabajadores y también el descanso. No podemos descansar porque necesitamos trabajar más para llegar más a fin de mes. La mayoría de los trabajadores estatales hoy tiene pluriempleo, trabajamos 12 o 16 horas o 24/7.
—¿Y el gobierno de Maximiliano Pullaro?
—Hay un hilo conductor entre la política de Milei y Bullrich que muchas veces ha tomado el gobierno de Pullaro: por ejemplo la represión que recibimos en la legislatura y las detenciones arbitrarias contra trabajadores.
—¿Cómo definirías la situación actual de los trabajadores de ATE?
—Desde que asumió el gobierno nacional y provincial nosotros vivimos situaciones de despidos en el Estado Nacional. Ya este enfrentábamos bajos salarios, ahora vemos la situación de ajuste permanente sobre los salarios, sobre las condiciones de trabajo. Se va agudizando. Tenemos salarios de pobreza. La gran mayoría estamos bajo la línea de pobreza, entre un 70 y 80 por ciento de la planta del Estado tanto nacional, provincial y municipal. Eso es algo que vamos enfrentando día a día en las calles también en el marco de una criminalización de la protesta social muy fuerte.
Me animo a decir que desde la época de la dictadura no se no se veía algo así. Se va agudizando el conflicto social porque hay salarios bajos, condiciones malas, no hay pases a planta y hay despidos.
Vemos represión de parte del Estado nacional y provincial ante los reclamos de los trabajadores y trabajadoras, es algo que nos ocupa y que nos preocupa.
—¿Cuántos trabajadores hay afiliados?
—A nivel nacional hay 370.000 afiliados y afiliadas. Es el sindicato con personería gremial número dos, el segundo sindicato que obtiene su personería en el país y es uno de los que más afiliaciones tiene.
Afilia a trabajadoras y trabajadores de los tres niveles del Estado. Tiene una particularidad: es feminizado, más del 60 por ciento de la planta somos mujeres. En su mayoría realizamos tareas que tienen que ver con los cuidados y que son justamente los los sectores que están más precarizados, somos los que menos ganamos en las administraciones.
—¿En Rosario cuántas personas son?
—Hay 12.000, en su mayoría en el sector de Salud y Educación, justo las áreas más feminizadas y que realizamos tareas de cuidado hacia la población.
—¿Y en Santa Fe?
—Estamos en 33.000 afiliados y afiliadas.
—¿Estamos hablando de personas que están en planta?
—ATE tiene una particularidad: puede afiliar tanto a trabajadores y trabajadoras que estén en planta permanente o que estén en situación de precarización laboral, que estén bajo alguna figura de contratación, o sea monotributista. Se lo afilia igual y se le da la representación gremial. Es uno de los pocos sindicatos que tiene esa particularidad.
—¿Cómo están después de las detenciones que hubo en octubre?
—La criminalización es de ambos gobiernos, porque a nivel nacional hay un protocolo. Hace poco vinimos de una marcha a nivel nacional contra los despidos, el ajuste y la falta de apertura de las paritarias y hubo represión. En CABA eso es moneda corriente bajo la figura de este protocolo que lleva adelante la ministra Bullrich.
Y es un modelo que aplica también la provincia de Santa Fe, en este caso concreto el gobernador Pullaro, que ante el reclamo de los sindicatos no solamente de ATE, la CTA, sino de otros sindicatos estatales por el tema de la reforma previsional que impuso este gobierno provincial. Ante ese reclamo tuvimos represión de parte de la Policía de la Provincia de Santa Fe.
Hubo detenciones de las que no teníamos antecedentes en nuestra provincia. Sí de muertes, durante el gobierno de Reutemann justamente hubo muerte de un compañero que era Pocho Lepratti, asistente escolar, que lo mató la policía de Reutemann en el techo de la escuela del barrio Las Flores.
Estas detenciones violentas hacia trabajadores estatales no sucedieron en 40 años de democracia. No sucedió nunca.
—¿Están cambiando su manera de protegerse una marcha o en general?
—Sí, por supuesto, tenemos que pensar en protocolos distintos. Somos un sindicato combativo, estamos siempre en la calle y pensamos que la protección tenía que ser ante el gobierno de Milei pero nos equivocamos porque también en la provincia hubo situaciones de violencia. Hubo compañeros del sector del arte, por ejemplo, que en febrero fueron llevados detenidos. Desde muchas organizaciones sindicales, políticas y sociales acompañamos para que se liberen a esos compañeros y lamentablemente se repitió ahora con docentes estatales y gente de los territorios de la misma manera.
Nos sentimos con desprotección, estamos muy expuestos en las distintas movilizaciones. Repudiamos todos esos hechos de violencia. Apenas pasó todo esto nos pusimos a disposición de la Justicia para lo que fuera necesario.
De esta manera nos manejamos pero después de esas detenciones, algunos compañeros hemos sufrido alguna situación de amedrentamiento de parte de la policía, como sentir que nos seguían y no como forma de acompañamiento ni de sentirnos protegidos por la policía, sino de sentirnos amedrentados. Una especie de seguimiento que nosotros no habíamos visto nunca antes. Lo hemos expresado en los medios y también en la justicia.
—¿Qué proyectos tienen en ATE Rosario?
—Lo grave hoy tiene que ver con imposiciones de reformas tanto en lo laboral como previsional, con definir paritarias unilateralmente sin el aval de los trabajadores y trabajadoras y con represión y persecución. En ese marco también estamos sufriendo una situación en la que no nos alcanza la plata, a veces nos alcanza solo para comer un día. Al no tener para comer ni para pagar un alquiler, para tener una vivienda digna, para tener derechos que están en la Constitución Nacional, se hace difícil.
Desde el sindicato presentamos propuestas que van en ese sentido de mejorar el salario y las condiciones. Hemos lanzado un bolsón de alimentos con un 30 por ciento de descuento para que puedan acceder los afiliados y afiliadas porque vemos que la situación en la paritaria no mejora, que lo que obtenemos de aumentos salariales va por detrás de la inflación como fue en muchos momentos y que ahora se está agudizando.
Tenemos que trabajar también articuladamente con los territorios, porque hoy falta de todo en los barrios y también desde la CTA Rosario tratamos de colaborar y de organizar espacios donde se pueda trabajar una copa de leche o un comedor. Como lo hemos hecho en la pandemia porque el sindicato no es solo trabajar lo gremial, lo excede y hoy con la situación económica que tenemos hay que paliar otras situaciones que a lo mejor si tuviéramos mejores salarios y mejores condiciones no tendríamos que estar preocupados por esto.
Lo hacemos porque tenemos un compromiso social y un compromiso gremial y político con los trabajadores y trabajadores.