Pobreza en cuotas: ¡actualización salarial ya!
El primer cuatrimestre de 2023 pasó y se concretó lo que anunciamos: los salarios de quienes trabajamos en el estado provincial quedarán veinte puntos debajo de la inflación. Se sostiene además el congelamiento de las insignificantes asignaciones familiares. Exigimos una reapertura inmediata de la paritaria y una seria discusión en defensa del poder adquisitivo.
Iniciamos el año perdiendo. La primera cuota de aumento se abonó con el salario de marzo, es decir, entró a los bolsillos en abril, cuando ya habíamos sufrido un ajuste por inflación del 21,7%. Esa pérdida acumulada mes a mes es parte de una espiral descendente de nuestro poder adquisitivo, que nos hará llegar a la revisión con nuestro sueldo veinte puntos atrás. Ese dinero perdido, son derechos cercenados que nadie devuelve.
Para comenzar cualquier debate se debe tomar como punto de partida la canasta familiar o, como llama la Junta Interna de ATE Indec, la canasta de consumos mínimos. Ese número, al mes de marzo ascendía a $295.694 pesos
Con las proyecciones actuales, los salarios quedarán en junio un 19,6% debajo de la inflación. Lo adelantamos y por eso la Seccional Rosario votó por el 87,8% en contra de la propuesta ofertada por Perotti, Hoffmann y Molina. Y, alrededor de un 11% de quienes estaban de acuerdo, manifestaron por entonces disconformidad con las cuotas. Con un 32% de inflación en el primer cuatrimestre las y los provinciales tenemos sólo en 22% de aumento salarial y 0% en asignaciones familiares. Hoy por hijo/a/e se cobran $780 mensuales, lo que es una miseria inaceptable y desfasada de lo que abonan provincias similares (ni hablar de los demás ítems).
A este panorama debemos sumar que los contratados, monotributistas y todo quien está precarizado cobra siempre un 30% menos que el personal de planta, si le llega el aumento.
Queda demostrado así que las discusiones basadas solo en cálculos porcentuales sobre salarios miserables contribuyen a sostener y aumentar la pobreza entre quienes trabajamos, aun teniendo empleo. Zanjada desde el siglo pasado la discusión de que lo que se cobra por la fuerza de trabajo debe cubrir más que el alimento, hablamos de niveles de esclavitud desplegados desde el propio Estado.
Especialmente en un contexto de desaforado aumento de precios como el que asistimos, las paritarias deben ser libres, abiertas y sin techo. Se debe implementar la cláusula de revisión automática –y de impacto inmediato- respecto a la inflación mensual. Con toda esta argumentación exigimos formal y públicamente al Consejo Directivo Provincial de ATE –que es el que se sienta a negociar el destino de las y los estatales-, que se democratice la paritaria, partiendo de la suma que se necesita para vivir dignamente. También que se simplifiquen los ítems de los recibos de sueldo, se blanqueen las sumas en negro y se termine con los montos miserables de los sueldos básicos.
Debe haber una reapertura ya de las paritarias, adelantamiento inmediato de las cuotas, un bono de 100 mil pesos y que la discusión parta de un salario igual a la canasta familiar. Los problemas de fondo siguen siendo la desigualdad y la concentración económica con dinámicas de remarcación especulativas, deben ser contrarrestadas con políticas públicas serias y controles férreos.
ATE Seccional Rosario
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