Provinciales: “No llegamos ni a la línea de pobreza”
Este miércoles 25 de octubre se desarrollará un nuevo plenario de delegados y delegadas de la Seccional Rosario de ATE. Trabajadoras de educación y salud provinciales analizaron la situación de sus sectores y las necesidades que llevan a continuar con el plan de lucha.
De cara al plenario de delegados y delegadas de ATE Rosario que se realizará mañana a las 17.00, trabajadoras provinciales de salud y de educación relataron las situaciones que están atravesando en cada sector. La precarización y la urgente necesidad de aumento salarial están a la cabeza de los reclamos. Por eso se suman al pedido de reapertura de la paritaria y convocan a sus compañeros y compañeras a debatir la continuidad del plan de lucha para que se cumpla esa exigencia.
Natalia Secondino es delegada de la Escuela Técnica 683 de Barrio Rucci. Hace 12 años que trabaja en esa institución y jamás vio crearse un cargo, de los por lo menos dos que necesitan. Ahí es donde ella señala la precarización en la que deben desempeñarse los asistentes escolares de la provincia. “Hay muchos que son reemplazantes y no se les estaría asegurando el puesto de trabajo para el año próximo, ya que en el sector no hay creación de cargos. No hay una política del gobierno para hacer los cargos”, asegura.
En cuanto a lo salarial, no sólo se trata de bajos ingresos, sino que la lista de problemas se amplía: “estamos cobrando una asignación por hijo muy baja en comparación con el resto de las provincias y ni hablar de la que está pagando la Nación. Mucho menos de la mitad, estamos cobrando como un cuarto de lo que pagan otros. Y respecto a lo que es el salario, tenemos muchos items en negro y cuando nos dan los aumentos, los porcentajes son mentirosos. Esto incide en lo real porque terminamos muy por debajo de la canasta familiar. Hoy un asistente escolar gana aproximadamente unos 14 mil pesos y la canasta básica está calculada en 25 mil. No llegamos ni a la línea de pobreza que estipula el mismo gobierno”, indica.
Como si fuera poco, la mayoría de quienes integran el sector son mujeres y eso aumenta la precariedad. “Muchas somos sostenes de familia y tenemos que salir a cubrir todas las necesidades: tener un trabajo alternativo, que es trabajar muchas horas fuera del hogar para poder cubrir lo básico, las cosas dignas”, explica.
“Reclamamos el blanqueo del sueldo, la reapertura de paritarias y la actualización del salario familiar”, resume la delegada. Un reclamo del que se hace eco también otra trabajadora, representante gremial de quienes se desempeñan en el Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) José Hernández, de San Lorenzo. Ella es Mónica Abregó, quien apunta que la discusión salarial debe abrirse para establecer “un salario mínimo vital y móvil como debería ser, por la Constitución y por la necesidad de la gente”.
La enfermera relata que el salario es tan magro que ya casi ni llega: “da lo mismo cobrar cualquier día, si son dos mangos. Vivimos a crédito y con nuestros sueldos completamente absorbidos, no terminamos de pagar un crédito y ya estamos tramitando el otro para poder seguir. Nos manejamos así, todos. Yo no conozco a un compañero que diga que puede ahorrar, porque no es real”.
Además de la cuestión salarial, la delegada resalta el problema que tienen por la falta de personal, también en el sector salud. “En San Lorenzo estamos trabajando en estado de asamblea permanente, en unidad con la gente del hospital y del otro centro de salud, por la falta de recursos humanos en enfermería. Por este motivo ya han estado la semana pasada reunidos en el Nodo y todo quedó en un impasse hasta después de las elecciones. Ahora veremos cómo retomamos nuevamente, pero el estado de asamblea está y los enfermeros están organizados y nosotros estamos esperando respuestas”, afirmó.
* Equipo de Comunicación ATE Rosario