Somos más
Al cabo de cuatro décadas, desde el nacimiento de ANUSATE, pasando por la recuperación de la ATE en 1984, de la mano de Víctor De Gennaro, de cortas y largas luchas políticas, somos más. Hoy, terminando el 2017, superamos los 300.000 afiliados entre trabajadores municipales, provinciales y nacionales.
Ese dato no es un dato frío. Es una clara demostración de qué modelo gremial vamos construyendo para nuestra sociedad. Porque no somos sólo un gremio, un espacio o un lugar afortunado que transita sobre las estructuras de los organismos públicos del Estado. Somos el Estado, el principal recurso del Estado, conscientes de nuestras fortalezas y de nuestras debilidades. Somos trabajadores y trabajadoras. Somos necesariamente colectivo. Somos fuerza.
En un discurso, apenas asumía como diputado nacional, Germán Abdala, entrañable como el agua, inmenso como el mar, infinito inconmensurable, le hablaba al pueblo de las atrocidades de Menem, de Dromi y de todos los secuaces que se burlaban del presente y del futuro de los trabajadores.
Fue en un debate televisivo contra Neustad y Grondona, Tiempo Nuevo se llamaba el programa, donde Germán, con apenas 30 años pero en nombre de la rica historia de ATE y su clase obrera y popular, iniciada por los pioneros, portuarios, herreros, talleristas y caldereros de la Isla Demarchi, les decía que “el Estado tiene que tener un política definida al servicio del pueblo”. “Eso no importa”, le dijo uno de los conductores del programa.
Rápido de reflejos y sabiendo quién es quién, replicó: “¿Cómo que no importa? No es lo mismo, el Estado tiene color, nombre y apellido, proyecto político, proyecto de vida. No podemos tomarlo como algo abstracto. El que lo corporiza con una política es el responsable”.
Treinta y cuatro años pasaron desde que la democracia ininterrumpidamente lucha por una educación, por una salud, por un trabajo que de plenitud a nuestro pueblo. Germán, que atravesaba los laberintos de la oscuridad política para darle claridad, revelaba desde esta ATE recuperada la necesaria organización de pueblo, de clase, de conciencia democrática. El enemigo es grande cuando se lo mira de rodillas.
Nosotros, desde el lugar que nos toca, hacemos gala de esta historia. Como decía ese luchador infatigable, el colorado Quagliaro, haciendo cauces y por supuesto ensanchándolo. No podemos hablar de ATE o de nuestra CTA sino acuñamos en nuestra conciencia la palabra autonomía.
A pesar de los motivos que nos indican que todavía siguen vivos los anales de su breve historia, sus valores siguen intactos. CTA, antiimperialista, anticapitalista, obrera, anti burocrática, anarquista, socialista, radical, comunista, peronista, de Forja, de las masas que buscan emancipación definitiva. De la afiliación directa, de los nuevos desplazados del movimiento obrero, de los movimientos sociales.
También de las sencillas historias que contamos en este último Codo a Codo del año. Como las de Jorge Acedo y Miguel Peyrano, dos de los nuestros que trascendieron haciendo historia, a quienes homenajeamos en noviembre de la mano de sus compañeros de Fabricaciones Militares junto a todos los estatales.
Seguimos insistiendo con que “Es pa' todos el invierno o es pa' todos la cobija”. Para todos los paisanos. Para la oligarquía no. Por eso está claro que a pesar de los votos obtenidos, al pueblo no lo quiere.
Se vivencian años tormentosos. Tornados huracanados peligrosos. Avanzan con las mal llamadas reformas, la palabra justa es despojo. Jamás retrocederán por sus propios medios. Están soberbios, agrandados, saqueando la esperanza.
Ellos también intentan y sacan a relucir sus resultados. Dos años, y varios más, de confusión, corrupción, despidos, desmantelamiento, vaciamientos, liberalización de la economía, destrucción de la industria mediana y pequeña, de bajar costos laborales, de despidos sin causas, de avanzar con los protocolos anti piquetes, de aplicación de la ley antiterrorista, de presos políticos, de represión y persecución a los dirigentes gremiales, de criminalización de la protesta social, de achicamiento en la Asignación Universal por hijo, de una Cobertura Universal en salud aplicada bajo un Decreto de Necesidad y Urgencia, de altos costos, de favorecer a los triunviros de las obras sociales, de modificaciones retrógradas en la Ley de Salud Mental, de perfiles empresarios y emprendedores, de una economía a favor del capital con trabajo precario, de aumento de los femicidios, de la crueldad de la vida, de la violencia de género aunque tengamos ley que la castigue.
Estos son los logros de Cambiemos: profundizar la desigualdad social.
A todo esto oponemos resistencia. En Rosario, en Montevideo, abriendo un lugar de contención y construcción con el Departamento de Género, haciendo CTA Autónoma y organizando el congreso provincial este 15 de diciembre, movilizados con gremios hermanos en las calles, organizando un lugar en el universo.
En un diciembre caliente donde el Pocho vuelve a nosotros para no olvidar, no perdonar ni reconciliar este trágico 2001. Donde el pueblo a gritos vuelve a exigir un mundo donde quepan muchos, muchos más.
En la escuela de Ludueña, en un encuentro de educación popular que brindaba Hernán López Echague, Edgardo Montaldo, del que pronto se cumplirá un año de su desaparición física, como si me conociera de toda la vida, soltó, sin saludarme, esa idea que suena fuerte cuando se cree que la lucha sirve: “Somos más, sólo hay que darse cuenta”.
Raúl Daz
Secretario General de ATE Rosario
* Nota publicada en el periódico Codo a Codo de diciembre de 2017
