A 35 años de Malvinas: soberanía y justicia para los combatientes
Se cumplen 35 años del inicio de la guerra en las Islas Malvinas, desatada por la Junta Militar contra el colonialismo inglés. Desde ATE Rosario reivindicamos la soberanía argentina sobre ese territorio, que jamás dejó de pertenecernos. Además, levantamos la bandera de la justicia para los combatientes de aquel enfrentamiento, para quienes aún se adeuda el merecido reconocimiento.
Este 2 de abril se cumplen 35 años del inicio de la guerra en las Islas Malvinas. Una experiencia que marcó profundamente a los trabajadores y el pueblo argentino. En pos del legítimo reclamo por la soberanía argentina sobre ese territorio, la Junta Militar que había tomado el poder el 24 de marzo de 1976, se enfrentó a una potencia colonialista como Gran Bretaña con el objetivo de perpetuarse en el poder y continuar con su plan político y económico.
La dictadura había sido fuertemente cuestionada pocos días antes, el 30 de marzo de 1982, por una masiva e histórica movilización que reclamaba “Pan, paz y trabajo”. La marcha era una respuesta al hambre y la “miseria planificada” a la que los militares estaban llevando a las grandes mayorías populares.
Tras la derrota en el conflicto bélico, se precipitó el fin de la Junta Militar, empujada por una enorme presión popular, que logró frenar los planes de perpetuidad de la dictadura y dar inicio a la apertura democrática, que culminaría con las elecciones en 1983.
A 35 años de aquella guerra, desde ATE Rosario reivindicamos la soberanía argentina sobre las Malvinas, que jamás dejaron de pertenecernos. Por ello, repudiamos el posicionamiento del gobierno de Mauricio Macri de no bregar por su recuperación ante el gobierno británico. De esta forma, se opone, además, a lo establecido en la Constitución Nacional, donde se establece que “La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”.
Además, reclamamos por el merecido reconocimiento que se adeuda a quienes combatieron en las islas, que aún sufren las consecuencias de su participación en el conflicto armado. La falta de acceso a derechos básicos como el trabajo, la salud y la educación hace que aún hoy se registren suicidios en las filas de los veteranos de guerra. Allí murieron 649 argentinos: 323 durante el hundimiento del crucero General Belgrano y 326 en el archipiélago. Pero no hay registros oficiales que indiquen cuántos veteranos de Malvinas se quitaron la vida en los 35 años siguientes. Según organizaciones de ex combatientes, se estima que ya son más de 500.
Ante este panorama, es absolutamente repudiable el veto parcial del gobierno nacional de diciembre pasado sobre la ley de jubilación anticipada que otorgaba una garantía de cobro de dos jubilaciones mínimas a quienes accedieran a este beneficio. Seguir negando derechos a quienes fueron obligados a participar de una guerra significa mantenerlos como eternos excluidos de las políticas públicas que deberían protegerlos.
* Equipo de Comunicación ATE Rosario
