ATE cumple 94 años
Un día como hoy, en 1925, los trabajadores del Estado fundaron una organización para la defensa de sus intereses a la que denominaron ATE.
La tarde del 15 de enero de 1925, en el ya mítico Teatro Verdi del barrio de La Boca, más de un centenar de herreros, carpinteros, mecánicos, torneros, peones de patio y fundición, electricistas, albañiles, marineros y foguistas de las dragas se juntaron y fundaron una organización para la defensa de sus intereses. Un compañero llamado Álvarez se paró y propuso un nombre: Asociación de Trabajadores del Estado.
Así nacía la ATE, con diecinueve compañeros elegidos como responsables de la nueva organización y el impulso de los obreros de los talleres de la Dirección Nacional de Navegación y Puertos del Riachuelo y de la zona portuaria.
Eran los tiempos de Marcelo T de Alvear en el gobierno y el Dr. Ortiz en el Ministerio de Obras Públicas (MOP) donde los afiliados de la naciente organización, mayoritariamente empleados de dicho ministerio, trabajan como jornaleros con atrasos en sus bajos ingresos, sin sistemas de previsión ni licencias por enfermedad, sin escalafón ni régimen de ascensos.
El impulso inicial de los trabajadores de Navegación y puertos se expandió entre los marineros de las dragas de Corrientes, Concepción del Uruguay, Paraná, Rosario y posteriormente entre los empleados de la Dirección de Arquitectura y los trabajadores del Arsenal Naval de Puerto Belgrano en Punta Alta.
Por aquellos años para ser afiliados a ATE bastaba ser obrero y empleado de la Administración Nacional sin distinción de sexo y con la única excepción de los jefes superiores. Su propósito era “propender al mejoramiento de las condiciones económicas, técnicas, morales y sociales de sus asociados; la estabilidad de obreros y empleados nacionales; la implantación del escalafón para los mismos; reforma de la Ley de Jubilaciones y Pensiones Civiles; reforma de la Ley de Accidentes de trabajo”.
Cada localidad con un mínimo de 100 obreros y empleados estatales y 25 afiliados debería formar una seccional que estaría ligada a una sección central instalada en Buenos Aires y conducida por una Comisión Directiva.
Las cuotas sindicales se cobraban a través de los delegados cobradores cuya tarea consistía, además, en informar a la Directiva de los asuntos de interés para la organización, repartir el periódico y hacer las convocatorias.
El primer local, alquilado, estuvo en la calle Alte. Brown 392 del barrio de La Boca y contaba con una secretaría y un gran salón de lectura con dos amplias bibliotecas. Desde el origen los compañeros fundadores dedicaron esfuerzo a la promoción de la lectura, la prensa propia, la creación de bibliotecas, la organización de conferencias y charlas y, con el tiempo, programas de radio.
El primer número de “El trabajador del Estado” salió el 20 de noviembre de 1925 con una tirada de 3.000 ejemplares, sin avisos publicitarios y apareciendo todos los 20 de cada mes. El órgano de prensa sindical más antiguo del país aún vigente.
Hoy, a 94 años de esos inicios, al sindicato lo integran más de 300.000 mujeres y hombres trabajadores del Estado Nacional, provincial y municipal con seccionales y delegaciones a lo largo y a lo ancho del país y los mismos objetivos: la defensa irrestricta de los derechos de las y los estatales.
ATE nacional