Exigimos paritaria y recomposición salarial
Mientras la provincia ya anunció que no otorgará bono de fin de año, Jorge Hoffmann salió a defender la cláusula gatillo con la que se garantizó el hambre de los y las estatales durante 2018. Hay que replantear la discusión paritaria sobre la necesidad de una recomposición salarial.
El gobierno nacional salió a conformar a la CGT con un bono de $5.000 para todos los trabajadores y todas las trabajadoras. La Central obrera renunció así al tan exigido por las bases paro general de 36 horas. Las idas y vueltas sobre ese pago extraordinario incluyen ahora que no lo recibiríamos los estatales y que podría plantearse a cuenta de futuros aumentos y no, como se reclama, como devolución de parte del poder adquisitivo perdido de nuestros salarios.
En ese marco, el gobernador Miguel Lifschitz salió a aclarar que la provincia de Santa Fe no pagaría ningún bono a los y las estatales, y dijo que la promesa de ese pago “fue un anuncio bastante irresponsable del gobierno nacional”.
Como si no alcanzara con eso, nuestro paritario, el Secretario General de ATE provincia de Santa Fe, Jorge Hoffmann, consultado por estas declaraciones, valorizó que a nivel local haya cláusula gatillo y aseguró que habría que ver si se negocia un bono con el Gobierno.
Desde la Seccional Rosario de ATE repetimos una vez más que, en el contexto del proceso inflacionario que vivimos, debemos poner el énfasis en el salario, replanteando la paritaria con miras a una recomposición salarial. La negociación con el gobierno no puede seguir siendo por migajas que ni siquiera son planteadas por quienes deberían representarnos: ni bonos, ni adicionales, ni suplementos ni asignaciones familiares son suficientes. Exigimos que los trabajadores y las trabajadoras del Estado santafesino accedan a un salario mínimo, vital y móvil acorde a lo que indica la Constitución Nacional.
No podemos seguir permitiendo que la gran mayoría de los y las estatales de Santa Fe sean pobres. Con un mínimo de $15.500, nuestros salarios se encuentran muy por debajo de lo que marca el propio INDEC como línea de pobreza, que ya alcanza los $22.558,17. Y ni hablar del salario mínimo medido por la Junta Interna de ATE en ese organismo, que establece que ningún trabajador debería percibir, de bolsillo, menos de $35.336,5.
Ante estos números, el 2,9% extra que se pagó por cláusula gatillo en octubre (con el salario de septiembre y sobre el cálculo de la inflación a julio), y que muchos estatales ni siquiera recibieron por las triquiñuelas del acta paritaria engañosa firmada en abril, parece una burla. Además de ser un porcentaje ínfimo sobre salarios depreciados, es un cálculo sobre la inflación de tres meses antes de que se cobre, cuando ese dinero ya no puede comprar lo mismo que 90 días atrás.
Hay que replantear la paritaria salarial sobre todo teniendo en cuenta el nuevo presupuesto provincial para el 2019 que va a imponer topes en la negociación del año próximo. Por eso es necesaria y urgente que se reabra ya la paritaria para discutir la integralidad de nuestros salarios en base a nuestras necesidades, revalorizando así este fundamental espacio de negociación colectiva.
* ATE Rosario