Luz roja en el Anselmo Gamen
La Junta Interna de ATE Rosario en el Samco de Villa Gobernador Gálvez, elevó una carta a las autoridades del efector por la falta de climatización y otras graves falencias sin resolución a la vista. Frente a las altas temperaturas, consideraron que las condiciones tanto de trabajo como de atención violentan el derecho a la salud.
Tal como en la película ‘El Día de la Marmota’, en el Gamen la vivencia se reitera como una maldición: en verano la crisis por la falta de climatización y en ocasiones falta de agua; en invierno la falta de calefacción que impide hasta que los pacientes se desvistan para ser revisados. Pero lejos de todo hecho sobrenatural, el origen es bien claro: desinversión, desidia y un abandono inexplicable que va recortando prestaciones.
“Las y los trabajadores al igual que los usuarios están padeciendo altas temperaturas, y no vemos que se estén haciendo las refacciones, arreglos, cambios de equipos, u otra acción tendiente a la solución de esta problemática que data de varios meses, y que se repite anualmente”, plantearon en el escrito.
Este escenario se repite en diversos efectores, tanto hospitales como centros de salud. ATE Rosario lo viene denunciando como un 'Apagón en Salud' que afecta, con especial dureza, a las poblaciones vulnerables.
Dentro del listado de falencias que se puntualizan en la misiva, señalaron que en la zona de internación clínica el personal que presta servicios en su conjunto padece la falta de climatización, no hay ventilación suficiente. Los pacientes postrados y aislados requieren baños u otras intervenciones.
Expresaron que el vacunatorio está ubicado en un espacio físico reducido, que cuenta con 7 heladeras y un freezer de gran tamaño, un dispenser, entre otras fuentes de calor. Al no contar con aire acondicionado se ponen en peligro los lotes de vacunas, así como corren riesgo en radiología los equipos de rayos.
Por otro lado, el personal trabaja en oficinas de espacios reducidos solamente con ventiladores; así es también en los consultorios de ecografía y en el espacio de servicios generales.
“La exigencia es para el bienestar de les trabajadores, pero por sobre todo para la población que asiste a nuestro efector, quienes merecen una atención de calidad y en condiciones óptimas”, subrayaron desde la Junta Interna de ATE del efector que sigue exigiendo ser reconocido como Hospital de tercer nivel. Y sostuvieron: “el conjunto de trabajadores queremos creer que esta falta de acción directa sobre la cuestión edilicia no es una antesala de reducir servicios y por ende reducir personal”.
Equipo de Comunicación ATE Rosario