Niñez: promesa de reunión y de aumento salarial
Trabajadores y trabajadoras Acompañantes Personalizados de la Subsecretaría de Niñez de la provincia, realizaron hoy una nueva asamblea en la puerta de la repartición local. Allí definieron suspender el estado de alerta permanente, ya que la subsecretaria, Andrea Travaini, prometió reunirse con una delegación la próxima semana. También aseguró que recibirán el aumento del 9% tal como fue asignado al resto de los provinciales.
Una nueva asamblea de trabajadoras y trabajadores Acompañantes Personalizados (AP) de la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia tuvo lugar esta mañana frente a la repartición local, en la Cortada Ricardone 1345. Fue en el marco del alerta permanente que vienen sosteniendo en reclamo por salarios dignos y el fin de la precarización laboral en el sector.
La novedad de la jornada fue que la subsecretaria de ese organismo, Andrea Travaini, transmitió la promesa de mantener una reunión la próxima semana con una delegación de trabajadores y, además, aseguró que recibirán el aumento del 9% tal como fue asignado al resto de los provinciales. Ante ese panorama, la asamblea definió levantar las medidas de fuerza, no sin antes advertir que, si las autoridades no cumplen con lo prometido, las redoblarán.
Quienes trabajan como AP, dependen de la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia. Son cerca de 300 trabajadores y trabajadoras en Rosario que sostienen las medidas de intervención que hace el Estado con respecto a los niños, jóvenes y adolescentes que están bajo medidas de protección integral o excepcional. Su tarea es acompañar a chicos y chicas de cero a 18 o 21 años a la escuela, a hospitales, y a otras actividades, en función de lo que determinen los equipos interdisciplinarios de la Subsecretaría. “Sostenemos a los miles y miles de niños, jóvenes y adolescentes que son intervenidos por el Estado. Los sostenemos con nuestro cuerpo”, definen.
A pesar de hacer una tarea central en el sostenimiento de las políticas públicas referidas a la niñez, el sector trabaja en condiciones de profunda precarización. “Nosotros no tenemos ni siquiera contratos. El programa tiene 10 años y hay compañeros que hace 8 años que trabajan como acompañantes. Nosotros presentamos una planilla a fin de mes con las horas trabajadas y después cobramos nuestro salario, que varía dependiendo el mes, por la propia dinámica que varía del trabajo. Somos como una ficha móvil, a veces trabajamos una gran cantidad de horas y otras no”, explicó Emiliano Calcagno, trabajador del área.
Esa misma precariedad, permite lo que llaman “formas de persecución encubierta”: “si uno es un compañero que protesta, no te vuelven a llamar”, describió.
La irregularidad del trabajo hace que constantemente estén pendientes de la llamada telefónica que los convoque. Eso implica que sea “difícil tener otro trabajo complementario, porque la propia dinámica hace que vos tengas que resolver inmediatamente si hay una situación donde te necesitan para que trabajes. Pero tampoco alcanza como para prescindir de un trabajo complementario. Por eso los acompañantes constantemente estamos rotando, gente con mucha experiencia en el trabajo, deja de trabajar y eso también va precarizando la calidad de la intervención del Estado”, señaló el joven.
“Estamos todos en negro, sin ningún marco regulatorio, sin monotributo, sin contrato, nada”, resumió Calcagno. Uno de los avances que se logró con mucha movilización en 2016 fue un acuerdo en el que el Estado se comprometía a aplicarles el mismo aumento que se cerraba en paritarias con los gremios estatales. Durante 2017 se aplicó correctamente, pero este año aún no han tenido novedades, lo que desató la nueva protesta.
Ahora quedarán a la espera de la reunión de la semana próxima, en la que confían que se confirme el aumento salarial pero también que se traten muchos otros temas que hacen a las condiciones laborales del sector, como los concursos, pases a planta y la estructura para el área. Después de tantos años de precarización, aseguran que “la situación es insostenible”.
* Equipo de Comunicación ATE Rosario
