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Porque nos inspiran en la lucha por un mundo mejor

Ante la proximidad del 24 de marzo, celebramos la vida y la dignidad de quienes nos han inspirado con su labor y hoy encarnan un ejemplo de la lucha por la justicia, la libertad y la igualdad. Tres personas de carne y hueso que le dieron batalla al olvido y al silencio, Herminia Severini, Nora Cortiñas y Edgardo Montaldo.



La fecha de nacimiento de los tres se une en una misma semana. Y desde ATE recordamos siempre que ellxs han desarrollado una vida de coherencia asociada a la búsqueda de justicia y de igualdad, de la lucha contra la dictadura pero además sumándose a todas las causas justas, a las inequidades y a los abusos de poder.

El 20 de marzo es el día del nacimiento de Herminia Severini, Madre de la Plaza 25 de Mayo en Rosario. Y el 22, el aniversario de Nora Cortiñas, otra Madre de la Plaza, y de Edgardo Montaldo, cura tercermundista que vivió y transformó la realidad de los humildes en una de las zonas marginales de Rosario, el barrio Ludueña. Los tres son nuestro ejemplo.

Herminia Severini

Herminia nació en 1926, enfermera de profesión, por su militancia gremial sufrió despidos y persecuciones y la llegada de la represión de la dictadura cívico-militar de 1976 se llevó a su hija Adriana a quien buscó incesantemente hasta su muerte en el año 2014. Como Madre de la Plaza, luchó siempre por la búsqueda de justicia para todos los desaparecidos. También fue maestra y dio clases a los auditorios más disímiles, desde niño en edad escolar hasta adultos mayores.
Alguna vez, para un acto del primero de Mayo de 2009, en la puerta de una planta de trabajadores en lucha, supo decir que no había que tener miedo, que había que sacarse el miedo de encima para “no dejar que nos dividan. Los dirigentes enquistados en el poder son los que nos dividen. Yo me siento orgullosa y muy agradecida y les digo que la lucha continúa junto con todos”.
A pesar de sus problemas de salud, Herminia acompañó la lucha de Famatina contra el estractivismo y presenció el inicio de los históricos juicios de Lesa Humanidad en Rosario.

Nora Cortiñas

Nació un 22 de marzo de 1930, es psicóloga social, militante y defensora de los derechos humanos, y cofundadora de Madres de Plaza de Mayo, posteriormente llamada Madres Línea Fundadora. Su imagen junto con las de las otras mujeres en la ronda de la Plaza o en la militancia cotidiana con los reclamos de su pueblo es el símbolo más cabal, el ejemplo de que nunca hay que bajar los brazos.

A Nora se la puede encontrar siempre, como desde hace 47 años, en cada movilización donde haya trabajadores, estudiantes, desocupados luchando. En cada lucha acompañando y apoyando al movimiento de mujeres, o con pueblos que quieren evitar que la megaminería envenene sus ríos, o que el monocultivo siga haciendo estragos y sólo le dé rédito a unos pocos. En definitiva, Nora está entre todas y todos los que reclaman y tienen ganas de mejorar la vida, ganas de cambiar la historia.

Edgardo Montaldo

También nació un 22 de marzo de 1930 y pasó más de cuatro décadas en la vicaría del Sagrado Corazón de Jesús, en el barrio Ludueña, trabajando junto a los pobres, asistiendo a madres y a jóvenes en una labor misionera para brindar mejor calidad de vida en la zona más empobrecidas de la ciudad.
A este lugar también llegaron otros militantes sociales a realizar tareas de base como es el caso de Claudio Pocho Lepratti, asistente escolar, militante y coordinador de grupos de jóvenes para que tengan una vida mejor. Pocho fue asesinado durante la represión de diciembre de 2001.
Desde el asesinato de Pocho, Edgardo también fue un símbolo para las víctimas de aquellas jornadas. Y se lo pudo ver en cada manifestación, en cada lucha, en cada reclamo por justicia para las víctimas.
Su voluntad y su compromiso son nuestro emblema de lucha.

Ante la proximidad el 24 de marzo, las figuras de Hermina, de Norita y de Edgardo nos hacen recordar que la lucha es permanente y que debemos estar dispuestos a llevarla con tanta firmeza como lo hicieron ellos. Porque su determinación, solidaridad y esperanza nos guían hacia un mundo mejor.

Equipo de Comunicación ATE Rosario

 


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