Preocupante situación en la Colonia Psiquiátrica de Oliveros
El 10 de octubre es el Día Internacional de la Salud Mental, en ese contexto, la Asamblea de trabajadoras y trabajadores de la Colonia Psiquiátrica “Dr Abelardo Freyre” realizó una detallada denuncia sobre la preocupante situación de la institución, de sus usuarixs y sus trabajadrxs, de la misma surgió la declaración del Consejo Consultivo Honorario en Salud Mental y Adicciones.
A continuación compartimos la declaración
Declaración del Consejo Consultivo Honorario en Salud Mental y Adicciones de la Ley Nacional de Salud Mental N ° 26.657 sobre la situación de la Colonia Psiquiátrica “Dr Abelardo Freyre de la localidad de Oliveros de la provincia de Santa Fe”.
El Consejo Consultivo Honorario en Salud Mental y Adicciones (CCHSMyA) declara su preocupación sobre la situación de la Colonia Psiquiátrica de Oliveros, de la provincia de Santa Fe. Es importante remarcar que dicha situación fue presentada a este organismo por las
trabajadoras y los trabajadores de la institución reunidos en asamblea.
Se recomienda a las autoridades competentes intervenir sobre aquellas condiciones que impactan negativamente en la salud y los derechos de las personas usuarias y trabajadores de la institución, fortaleciendo todas las medidas necesarias para el cumplimiento de lo previsto por la LNSMyA.
La Colonia Psiquiátrica de Oliveros atraviesa una situación grave que afecta, en primer lugar, a las personas usuarias alojadas allí, como también a los trabajadores.
• Creciente deterioro edilicio (estructurales como de servicios y mampostería).
• Reiterados faltantes de insumos o entrega en cantidades escasas e insuficientes (productos de aseo personal y de higiene edilicia.
• Disminución drástica de entrega de yerba, tabaco o azúcar a las personas usuarias, para quienes el consumo de estos productos se torna parte del sostenimiento de su
cotidianeidad.
• Falta de vestimenta en condiciones dignas para ser usada.
• Falta de acompañantes terapéuticos debido al atraso de pago, además de los honorarios bajísimos que reciben.
•Ausencia de elementos que garanticen la comunicación (sobre todo en el contexto actual de pandemia), como ser teléfonos actualizados e internet.
El 31 de agosto del corriente se venció el plazo del decreto nacional que solicitaba la presentación de un plan de adecuación de cada hospital monovalente. Vemos con preocupación que, al día de la fecha, desde las áreas de gestión correspondientes, no se hayan expresado con lineamientos tendientes a pensar esta adecuación en pos de un proyecto general e integrado en base a las necesidades territoriales de la red y del sistema de salud en su conjunto. No existe en la actualidad un plan provincial que contemple políticas claras, etapas de avance con objetivos y presupuesto designado. Tampoco se ha avanzado en la construcción de un acuerdo de abordaje interministerial e intersectorial de los temas de salud mental (Desarrollo Social, Cultura, Vivienda, Trabajo, etc.) lo que profundiza situaciones de exclusión, en tanto se prolongan internaciones por falta de políticas de viviendas, de inclusión laboral, por la ausencia de una sustentabilidad alimentaria / nutricional, entre otras razones.
Esto conlleva obstáculos en las externas, en algunos casos prolongación de los tiempos de internación aún cuando los criterios clínicos que se aplicaron a la misma ya no se encuentran presentes.
El impacto de esta crisis en el habitar cotidiano de las personas usuarias solo profundiza la patologización y exclusión de la existencia, como así también impide que la
tarea de los trabajadores se constituya en una herramienta que garantice un abordaje que respete la legislación en el marco del respeto por los DDHH. Si bien desde la recuperación de la democracia se han introducido cambios, readecuaciones en los dispositivos y procesos de trabajo, sin embargo, se evidencia, en la actualidad, fragmentación o incluso detenimiento.
Es una falacia creer que la adecuación del hospital monovalente se realiza solo desde adentro de la institución. Pensar un proceso de readecuación / sustitución no puede ser pensado si no es en el marco de la red integral de salud, discusión que debe incluir al hospital general y la red territorial, los recursos, entre otros. No es sin la creación de espacios, dispositivos y prácticas acordes a la ley que finalmente podrá "cerrar el manicomio".
Ahora bien, el escenario de pandemia actual ha alterado las prácticas en salud mental como todas las esferas de actividades humanas. Es una cuestión fundamental el cuidado de la vida para todos los ciudadanos. Desde ya se torna necesario revisar y proponer nuevos modos para el tratamiento del sufrimiento psíquico en este contexto inédito, tarea que no solo se restringe a este tipo de instituciones, sino a todo el campo de la salud mental.
Los procesos de externación requieren de una amplia gama de intervenciones y articulaciones interdisciplinarias e intersectoriales, tendientes a asegurar que las personas
pueden continuar con la atención de su salud en el ámbito de la comunidad, proveerles los apoyos que ellas, sus familias y referencias requieran, y garantizarles la disponibilidad y
accesibilidad de dispositivos residenciales y de inclusión sociolaboral. Estos objetivos -y las acciones para alcanzarlos- deben prevalecer aún en un contexto complejo para el sistema público de salud, que evidencia problemáticas antiguas y estructurales, pero también fortalezas y potencialidades.
Por supuesto que hoy debemos considerar las condiciones de posibilidad acordes a la coyuntura histórica, pero de ningún modo la medida de "aislamiento social" puede implicar
“Ausencia”. La pandemia afectó el funcionamiento de toda la red y esto incidió en el modo en que se venía articulando y en las instancias de sostén territorial (que aún no eran suficientes). Ahora bien, al no establecerse un lineamiento claro que posibilite medios sustitutivos que hagan frente a esta coyuntura, que conservando las distancias que cuidan no redunden en aislamiento o discontinuidad de asistencia, el proceso de cuidados en salud mental nuevamente se inclinó hacia el hospital psiquiátrico.
En este punto insistimos en que el sostener una práctica en salud mental acorde a las exigencias sanitarias transitorias, de ningún modo debería implicar la afectación de las
conquistas en políticas de DDHH y la profundización de la implementación de la ley, y bajo ningún punto de vista , un retroceso.
De acuerdo a lo explicitado, solicitamos a las autoridades intervinientes que actúen para el abordaje de la grave situación planteada y el cumplimiento de lo dispuesto por la ley.