Pronunciamiento de ATE Salud Mental
Las y los trabajadores del área elaboraron un documento a causa de la nueva asunción de autoridades en la Dirección de Salud Mental de la provincia de Santa Fe. Consideran urgente renovar las expectativas y proyectar los cambios eternamente postergados para el sector.
A continuación compartimos el documento completo
Asume una nueva Dirección de Salud Mental en la provincia de Santa Fe y es una ocasión para lxs trabajadorxs de renovar las expectativas y de proyectar cambios eternamente postergados para nuestro sector. Más aún, si se trata de una gestión que cuenta con un vasto recorrido en la lucha antimanicomial.
A pesar del contexto de ajuste y crisis por el que transita nuestro país y nuestra provincia y teniendo en cuenta las claras señales que ha dado este gobierno provincial -gestión de la pandemia mediante- respecto a su política de precariedad para el sector de lxs trabajadores, consideramos que esta designación representa una oportunidad cierta de incidir como trabajadorxs en el proceso de transformación pendiente en nuestro campo. Y esto tanto en relación al diseño de un Plan Provincial de Salud Mental como a nuestras postergadas condiciones de trabajo y asistencia.
Nos moviliza la posibilidad de transformar el viejo paradigma manicomial- que sigue aún vigente en nuestras instituciones, dispositivos y prácticas- en un modelo de asistencia que ponga en el centro el cuidado y el respeto por los DDHH. Estamos convencidxs que necesitamos de todxs y cada unx de lxs trabajadorxs, vengan de donde vengan, ocupen el lugar que ocupen. Las coincidencias y cercanías no desdibujan historias ni pertenencias.
Quienes construimos día a día la salud mental desde una perspectiva antimanicomial desde abajo, desde los márgenes y muchas veces en soledad, queremos dejar planteadas una vez más nuestras históricas reivindicaciones:
En primer lugar el tan reclamado PLAN PROVINCIAL DE SALUD MENTAL (PPSM). Necesitamos un plan que organice el entramado de una red de servicios accesibles a lxs usuarios, que brinde asistencia de calidad en todo el territorio provincial.
Dicho plan debe tener como horizonte el cierre de los manicomios lo cual no implica de ninguna manera ni despido de personal ni pérdida del trabajo. Por el contrario, nuestra tarea debe ser más reconocida y valorada. Esto será posible con la consolidación de un modelo de atención comunitaria, con la creación y fortalecimiento de todo lo que hay que abrir para cerrar. Por un lado, como lo indica la normativa vigente (LNSM yA), pero también porque sabemos que el encierro no cura, que el aislamiento es una práctica segregatoria y violatoria de los DDHH, y que la vida no cabe en un diagnóstico. Ese es nuestro principal orientador de sentido.
Para que esto sea posible es fundamental la participación de lxs trabajadorxs- en tanto protagonistas de la transformación de nuestras propias prácticas- y de lxs usuarixs, ya que estamos convencidos que no es nada sobre ellxs sin ellxs. Garantizar dichas participaciones es responsabilidad de la gestión y un desafío para nosotrxs.
La intersectorialidad es central en una política que se pretenda integral, y para nosotrxs no es de otra manera. La fragmentación, la precariedad, el recorte, etc.son cuestiones con las que venimos conviviendo desde siempre y entendemos que la salud mental debe tomar definitivamente el lugar que se merece en todas las políticas sociales y aún a su vez estar presentes en nuestro campo.
Las políticas que se desprendan del PPSM deberán apuntar a la transformación de los hospitales monovalentes; al acompañamiento y fortalecimiento de la APS; a la adecuación, también, de los hospitales generales; al armado de más y mejores dispositivos sustitutivos; y en ningún caso implicar empeoramiento de las condiciones de trabajo y asistencia.
La pandemia ha dejado en evidencia el lugar marginado de la salud mental en el campo de la salud. La ausencia de lineamientos específicos, de estrategias de emergencia, la falta de reemplazos, de gestión de bonos o vacunas dan sobradas Muestras de esta condición que esperamos revertir colectivamente.
Por último resulta necesario y urgente visibilizar una vez más las precarias condiciones de trabajo de lxs acompañantes terapeuticxs que conforman, al igual que otrxs, los equipos de salud. Así mismo entendemos que el listado de trabajadoresxs del próximo pase a planta debe ser de acceso público para garantizar la transparencia.
ATE Salud Mental Rosario