1° de Mayo: la lucha no sabe de cuarentenas
Los trabajadores y trabajadoras Estatales reconocemos en este Día Internacional de Lxs Trabajadorxs, la labor de todas las personas que están poniendo el cuerpo a la pandemia. Desde ATE Rosario decimos que los sindicatos y las centrales de trabajadores y trabajadoras tenemos que estar más alertas que nunca para poder defender los derechos conquistados de lo que venga, con pandemia y cuarentena, o sin ellas.
Héctor Quagliaro, histórico dirigente de ATE, sostenía que el primero de mayo es un buen termómetro “para saber lo que está pasando adentro del movimiento obrero”. Este año nos encuentra en una cuarentena global que promete desencadenar crisis económicas y sociales de magnitudes desconocidas. Lo cierto es que en cada lugar que encuentre día a les trabajadores, lo hará con reflexión y resistencia a los ajustes.
El historiador Leónidas Cerutti, afirma que dese 1890 hasta la actualidad, nunca se dejó de conmemorar el 1ro de Mayo en la ciudad de Rosario, “en las calles, sindicatos, plazas, cines, teatros, escuelas, colegios, en la clandestinidad o en forma festiva, violenta o pacifica, legal o ilegal, oficialmente o en la oposición; con actos, marchas, obras de teatro, conferencias, festivales artísticos, misas con bendiciones de herramientas, tratando de superar récord de producción, competencias deportivas, etcétera”. Rosario siempre conmemoró esta fecha tan emblemática y cada año con su impronta propia.
A finales de la década del 60 surgiría una ruptura a la tradición sindical, que fue la firme oponente a la corriente dictatorial y colaboracionista de la época. La exponente de una política nueva. Los integrantes que formaron la CGT de los Argentinos escogieron al primero de mayo para poner la piedra fundacional de un nuevo movimiento. Con la pluma de Rodolfo Walsh y Raimundo Ongaro era escrito aquel manifiesto de la CGT de los Argentinos que entre otros pasajes memorables recalcaba:
“Durante años solamente nos han exigido sacrificios. Nos aconsejaron que fuésemos austeros: lo hemos sido hasta el hambre. Nos pidieron que aguantáramos un invierno: hemos aguantado diez. Nos exigen que racionalicemos: así vamos perdiendo conquistas que obtuvieron nuestros abuelos. Y cuando no hay humillación que nos falte padecer ni injusticia que reste cometerse con nosotros, se nos pide irónicamente que “participemos” (…) Les decimos: ya hemos participado, y no como ejecutores sino como víctimas… No queremos esa clase de participación”, decían aquellos trabajadores y trabajadoras. Y más adelante aclaraban que “la CGT de los Argentinos no ofrece a los trabajadores un camino fácil, un panorama risueño, una mentira más. Ofrece a cada uno un puesto de lucha”.
“La verdad que esta fecha, que recuerda a los mártires de Chicago, que fueron ocho trabajadores condenados a muerte por exigir la reducción de la jornada laboral ente otras reivindicaciones, nos llama a la reflexión. Hubo miles de trabajadoras y trabajadores a lo largo de la historia que pelearon y peleamos en unidad, en las calles por un sindicalismo distinto, a favor de la clase que dice representar. Y a días del primero de mayo también hoy aparecen de los otros, como la dirigencia de la CGT, negociando con las patronales reducciones salariales ilegales en medio de una pandemia sin precedentes”, analizó la Secretaria General de ATE Rosario, Lorena Almirón.
“La recuperación de este día es un mérito de la CTA”, consideraba Quagliaro, quien la dirigió en sus primeros años, “porque restableció un plenario en Rosario el 4 de abril del ´93. Se decidió marchar ese año a Corrientes. Allí se hizo el 1ro de Mayo del Zapucay, donde también vino gente de la CUT de Brasil y del PIT-CNT de Uruguay. Y acá en Rosario tampoco se hacía más nada y nosotros empezamos a festejarlo a mediados de los ´90 con un acto en el anfiteatro municipal, ese año vino León Gieco. Un movimiento obrero sin expresión política tampoco es efectivo, por más fuerza que se tenga. Eso es lo que se discute en la CTA, la necesidad de construir un sólido movimiento político y social”, afirmaba ‘El Colorado’
En la historia reciente
Natalí Pellegrini, trabajadora contratada por la Municipalidad de Rosario, sostiene que “quienes siempre fuimos trabajadoras/es contratados por el Estado Municipal, este 1º de Mayo sin trabajo nos encuentra en un contexto muy delicado, con la incertidumbre de cómo va a seguir nuestro proceso de lucha por el reconocimiento de tantos años de trabajo en negro en el Estado Municipal.
Ella pertenece a una generación de personas jóvenes “que fuimos consideradas por las gestiones estatales como un remanente para el recambio constante. Es decir, nuestra juventud, entusiasmo y necesidad, se utilizaron como excusa para negar nuestra condición de trabajadoras/es, con argumentos estatales tranquilizadores para quienes los hacían carne: ‘No es, que nos estaban contratando en negro, nos estaban invitando a aprender y a vivir una experiencia de trabajo en equipo’".
Este posicionamiento paternalista del Estado que dice "enseñar a trabajar" forjó cientos de contrataciones que año tras año se enquistaron y dejaron instalado un piso deplorable en materia de accesibilidad laboral, con reglas de juego encargadas de invisibilizar la capacidad de trabajo, la experiencia, los estudios y demás aspectos que hacen a una persona, “infantilizándonos como quien no tiene voz, para encubrir la denigración sistemática de los derechos laborales y la explotación que las y los trabajadores venimos padeciendo desde hace muchos años”.
Para Mariano Alaimo, histórico referente de ATE Rosario y contemporáneo de Héctor, la labor del sindicato es fundamental ante la falta de compromiso y la desinformación reinantes. El desamparo es justamente contra lo que hay que luchar: “los trabajadores como siempre en todos los momentos dramáticos del país hemos dado lo mejor de nosotros en aras de un futuro más justo. Pero seguimos sumergidos e ignorados en nuestro real valor y abandonados en nuestra lucha fundada en la unidad y en la solidaridad”. Esa es la lucha que se tiene que ver y revalidar este Día Internacional de Lxs Trabajadorxs, sostuvo.
Para Juan Manuel Caraballo, trabajador jubilado de Vías Navegables, aun siendo la pandemia el tema central de estos días, “nadie podrá abstraerse de lo que representa el carácter, también internacional que tiene la lucha de los trabajadores en su día representativo. Un día que este año se presenta sin la protesta tradicional manifiesta en las calles, sin los estandartes, sin el grito profundo, pero con un significado intacto que hoy se muestra por otros carriles”, consideró.
“Los trabajadores estatales y en especial los relacionados con la salud pública están a la vanguardia de esta lucha. Tantas veces menospreciados por el poder de turno, son testigos de una paradoja inédita: hasta los neoliberales de paladar negro reconocen que el Estado es un poder esencial en esta sociedad, que se necesita su intervención para paliar la crisis sanitaria y económica. Y se desnuda otra verdad: la mala praxis que han hecho con el Estado, en sus distintos estamentos, los sucesivos gobiernos”, analizó.
“Tampoco es por casualidad que hoy se visibilicen los salarios casi paupérrimos de enfermeros y médicos y se los compare con otros ingresos de funcionarios jerarquizados, legisladores o jueces. Es producto de una lógica perversa que produjo los ajustes contra natura, dejando desamparados y en la precariedad absoluta a quienes ponen el cuerpo no solo en salud sino también en educación, en la administración pública, en ciencia y tecnología, en seguridad”, dijo Caraballo.
Por su parte, Alejandra Dalisandro, trabajadora de la salud definió que “no es fácil sobrellevar” la situación porque “muchos de los compañeros piensan en llegar a fin de mes, o con quién dejar los niños, ya que para salud no ha sido fácil poder gozar del decreto 264/20. O cómo llegar al trabajo, ya que este aislamiento ha disminuido notablemente hasta en algunos casos el 80 % en líneas de colectivos, sobretodo interurbano, con lo que es muy difícil llegar a horario a nuestros trabajos o volver a nuestras casas. Todos los días salimos a tomar nuestros lugares de trabajo, así también como nosotros (los de salud), los asistentes escolares, los trabajadores de niñez, y muchos más, trabajadores del Estado, que en esta pandemia somos una parte importante de sostén en la sociedad”.
En un día internacional de lucha por los derechos, seguimos pronunciándonos por estos derechos y reivindicaciones inmediatas en la coyuntura que tenemos, pero sin olvidar los pronunciamientos históricos como clase:
- Que la crisis no la paguen les trabajadores
- Salario mínimo, vital y móvil
- Paritarias libres con mandato de base de les trabajadores
- Reincorporación YA de todxs lxs despedidxs
- 82 % móvil para todos los jubilados
- Fin a la precarización laboral en todos los espacios del trabajo
- Por la creación de puestos genuinos de empleo para todes
- Por la libertad y democracia sindical
- Igual remuneración por igual tarea
- No al pago de la deuda externa ilegítima. Fuera FMI de Argentina.
- Que se disponga el impuesto a la riqueza: que paguen lxs que más tienen
- Los trabajadores tenemos derecho a intervenir no sólo en la producción, sino en la administración de las empresas y la distribución de los bienes.
- Los sectores básicos de la economía pertenecen a la nación. El comercio exterior, los bancos, el petróleo, la electricidad, la siderurgia y los frigoríficos deben ser nacionalizados.
- Los compromisos financieros firmados a espaldas del pueblo no pueden ser reconocidos. No al pago de la deuda externa.
- Los monopolios que arruinan nuestra industria y se aprovechan de las sucesivas crisis, deben ser expulsados sin compensación de ninguna especie.
- Reconocimiento de los territorios propiedad ancestral de nuestros pueblos originarios.
- No al desalojo y expropiación definitiva de la Cooperativa Trabajadores en Lucha y el Centro Cultural La Toma
Levantamos la bandera de la lucha, como expresaba la CGT de los Argentinos: Solo el Pueblo, salvará al Pueblo.
ATE Rosario