Acedo: el dirigente con el oído en la base y la mirada en la clase
En un gremio donde el presente siempre es de lucha, es tanto una necesidad como un deber el recordar a quienes han dejado mucho por lxs trabajadorxs. Jorge Acedo fue de aquellos imprescindibles en la construcción de la política gremial de ATE. Alguien que, con palabras simples, incluyó a todos en el debate necesario. En un nuevo aniversario de su fallecimiento, lo recordamos.
“No tenemos una estrategia extraordinaria, sólo se trata de pensar como laburantes”, dijo en uno de tantos actos en los que participó, porque Jorge Acedo “escribía como hablaba y militaba lo que decía hasta la última coma” asegura Lorena Almirón, Secretaria General de ATE Rosario. “Para nosotras y nosotros representa cuatro décadas de historia en nuestro sindicato. Un compañero “fabriquero” duro con quien tenía que serlo y una persona sensible para entender la realidad de trabajadores y trabajadoras”.
Hace unos años recordamos que Jorge creía y se emocionaba con la participación de la juventud y no le escapaba a ningún debate, y sobre él, escribíamos que era implacable, franco y directo. Lorena agrega que además hacía docencia, “para nosotros fue un compañero que nos formó y que estuvo en todos los momentos difíciles. Un compañero también de CTA, en uno de los mejores momentos de la Central. Activó no solamente en el sector estatal sino también en el sector privado. Y hoy es un compañero muy necesario para la unidad de la clase trabajadores”.
Jorge Acedo provenía de la Fábrica Militar Fray Luis Beltrán, en la que empezó a trabajar en la década del ´70. Y fue uno de los cesanteados por la dictadura. Años en los que se subió en la conducción de un taxi y junto a Héctor Quagliaro comenzaron a pergeñar la recuperación del gremio. Afirmaba que cuando cultivamos aquello que llamaba “conciencia de clase” se ponían a disposición de los compañeros esos “valores permanentes” que sirven para todos los tiempos aunque sean distintos. Y eso era lo que trascendía.
Como dirigente, ayudó en la conformación, junto con Quagliaro, Víctor De Gennaro y Germán Abdala de la agrupación Verde ANUSATE (Agrupación Nacional de Unidad y Solidaridad de ATE)
y vivió con protagonismo la recuperación de sindicato años más tarde, en 1984.
Luego, vivió la lucha del Astillero Río Santiago y las Minas de Río Turbio, tiempos en los que sus acciónes y recuerdos lo hicieron imborrable para sus compañeros. Condujo la seccional rosarina de ATE y formó parte de la fundación de la Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA Autónoma) llegando a ocupar la secretaría general de la central en la ciudad de Rosario y en la provincia de Santa Fe.
“Siempre está presente en todas las luchas. Hablando a los compañeros desde la experiencia, desde todo ese conocimiento que tenía como el gran dirigente que fue, y sobretodo que sigue siendo para nosotros porque siempre está en nuestra memoria”, aseguró Lorena Almirón. Su nombre estará ligado permanentemente a la Asociación Trabajadores del Estado.
Nos quedamos con algunas de sus frases.
“A los laburantes nos va a ir bien si mejoramos el sindicato, si empezamos por cambiar la sociedad, sino no nos va a ir bien. Primero una cuestión plural y, cuando digo plural, digo que los compañeros en el gremio podían tener distinta tendencia política pero manda la asamblea. Los compañeros discutían de política entre ellos y no le iban a preguntar al partido lo que había que hacer. Por eso quizá la ANUSATE en su esencia es totalmente plural. Se reconoce a los compañeros que militaban no por el origen de en dónde militaban sino por la representación que tenían. Y esto es fundamental tenerlo en cuenta para poder trabajar todos juntos, no digo que sin discutir, que era algo más difícil en esos tiempos con esa pasión que sentíamos por discutir todo”.
“Es más fácil elegir gobernador o presidente que elegir delegado en su sector de trabajo”. Insistía en que la dignidad de los trabajadores y trabajadoras se expresaba por excelencia en la calle y movilizados.
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“Los burócratas se la pasan tomando cafecitos todo el día. Les va a agarrar una úlcera en el estómago, pero no van a resolver ni un mínimo problema. Así es la burocracia sindical”, repetía. Desde esa férrea oposición a las posturas colaboracionistas y entreguistas, Acedo marcaba siempre que “las juntas internas son la base operativas de los sectores”, mandaba a leer a Abdala y advertía: “si no te respetan que te tengan miedo, es corta esto”. Así organizó, luchó, se solidarizó y supo ser un referente de la clase no sólo para las y los estatales, sino para el sector combativo del movimiento obrero.
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“Hay algo que ha sido fundamental en estos últimos treinta años de nuestro sindicato; ganamos la calle y le demostramos a todos los gobiernos que este no es un sindicato al servicio de los funcionarios de turno, y creo que este es el mayor éxito de nuestra ATE. Cuando estuvimos adentro de la CGT (previo a la fundación de la CTA) teníamos una posición de las más combativas. Y siempre decíamos la misma frase: los dirigentes en ATE deben vivir como hablan, frase chica pero que contiene todo lo que tenemos que hacer los dirigentes en la organización”.
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“Es posible y necesario cambiar esta lamentable realidad, y construir una ATE de la que nos podamos sentir orgullosos todos y cuyos verdaderos dueños sean los trabajadores estatales. Y porque solo respetamos el mandato que los trabajadores otorgan en las asambleas, y con su voto nos estamos organizando para disputar democráticamente por tener una ATE Santa FE, autónoma de los Patrones, los Partidos Polí¬ticos, y el Estado.
Realmente Democrática, Plural, Solidaria, Participativa, y que garantice el protagonismo de los delegados, militantes, y afiliados, con dirigentes que sin excusas, sientan como su principal responsabilidad, RENDIR CUENTAS”.
Equipo de Comunicación ATE Rosario
