Alberto Belloni: legado de compromiso y lucha
A 18 años de su partida física recordamos y honramos a Alberto Belloni, una figura inolvidable en la historia de ATE y del movimiento sindical. Destacado dirigente gremial, dejó una profunda huella en la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), siendo reconocido por sus compañeros como el "obrero ilustrado". En su vida fue mecánico de barcos, trabajador estatal, dirigente gremial, pero sobretodo militante de aquel gran movimiento que se llamó a sí mismo la “izquierda nacional”, con fuerte perspectiva internacionalista.
Nacido en una familia de inmigrantes italianos en el sur de la provincia de Santa Fe, Alberto Belloni se formó como obrero especializado en motores diesel para barcos en la Escuela de Aprendices del Ministerio de Obras Públicas de Rosario. Su dedicación a la lectura le valió el apodo de "El obrero ilustrado", y su participación en la vida sindical comenzó en la década de 1950, en el período posterior a la caída de Perón, cuando desempeñó un papel crucial en la recomposición del movimiento obrero.
En 1956, Belloni fue designado Secretario General de la Comisión Interna de Delegados de la ATE Rosario, y al año siguiente se convirtió en miembro de la Comisión Directiva de "las 62 Organizaciones Sindicales" en esta ciudad, una entidad formada durante la intervención del gobierno militar a la Confederación General del Trabajo (CGT).
Al mismo tiempo participó como delegado en asambleas y congresos a nivel nacional y en las elecciones provinciales de diciembre de 1961 fue candidato a vicegobernador de la Provincia de Santa Fe por un frente que agrupaba al Partido Socialista Argentino (PSA), el Movimiento de Liberación Nacional (MLN, MaLeNa), radicales disidentes y el peronismo combativo.
En 1965 arrancó otra faceta de su vida, como docente de historia argentina y de América Latina, en Buenos Aires. Inspirado y apasionado en esas materias, con su carácter autodidacta, en 1973 fue designado profesor de Historia Económica y Social en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de La Plata.
Su lucha y compromiso no estuvieron exentos de dificultades. Amenazado por grupos como la Triple A, su casa de Buenos Aires fue allanada en 1975, lo que lo empujó a la clandestinidad y, finalmente al exilio donde partió junto a su compañera Estela Weissberg.
Llegar a Paris les tomó varios meses a la pareja, conseguir documentos nuevos -los parapoliciales les habían robado todo-, dinero y un lugar, rearmar la lógistica y poder escapar de las garras de la dictadura los llevó a conocer a mucha gente en su misma situación y a otros quienes pudieron ayudarlos. Entre ellos un joven estudiante británico llamado Daniel James, hoy renombrado sociólogo e investigador, quien sería su amigo durante toda su vida.
Finalmente les tomó un año llegar a París con apoyos clave como James, o como el abogado de derechos humanos Eduardo Luis Duhalde y el abogado y político radical Hipólito Solari Yrigoyen.
Una vez allí, en Europa, Alberto Belloni continuó su activismo como parte del Comité de Solidaridad con Argentina y Uruguay, colaborando con figuras como Julio Cortázar y Julio Le Parc. También desplegó una incansable labor en organizaciones como CAIS, FORUM y TYSAE, en defensa de los derechos de los trabajadores y militantes argentinos frente a la dictadura.
Junto a su compañera Estela elaboraron un primer listado trabajadores argentinos “desaparecidos” durante la dictadura militar que fue presentado ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y otros foros internacionales. Y durante 1978 fue activo militante del Comité de Boicot a la Organización del Mundial de Fútbol en la Argentina (COBA), que llegó a generar cerca de 200 comités en toda Francia, logrando reunir 150.000 adhesiones, incluyendo a personalidades como Yves Montand, Catherine Deneuve, Michel Piccoli y François Miterrand, futuro presidente de Francia.
La memoria de Alberto Belloni se convirtió así en una síntesis fundamental de la historia de Argentina contemporánea. Su legado, desde su involucramiento en el sindicalismo hasta su compromiso con la historia y la justicia social, perdurará como un ejemplo a seguir. A través de sus escritos y su activismo, Belloni dejó un impacto duradero en la lucha por la dignidad y los derechos de los trabajadores.
Del Anarquismo al Peronismo: Un Camino de Compromiso
Entre las contribuciones más notables de Belloni destaca su libro "Del anarquismo al peronismo", publicado en 1960. En esta obra, interpreta la historia del movimiento obrero desde la perspectiva de la "izquierda nacional". En 1976, publica "Pasado y Presente del Peronismo", una serie de notas en la revista Liberación, reafirmando su compromiso con el análisis político y social.
Belloni colaboró además en la revista Apuntes, editada por argentinos exiliados en Paris (1979-80). En septiembre de 1980 viaja a Malmö, Suecia, para participar del IV Encuentro Internacional del TYSAE. En octubre de 1980 viaja a Caracas para participar del II Seminario Internacional sobre Historia del Movimiento Obrero Latinoamericano, donde presenta una ponencia sobre “La Argentina de los años 1943-46”.
Con la transición democrática iniciada en la Argentina a fines de 1983 no encontró vía de retorno a su país, permaneciendo hasta su muerte, en agosto de 2005 en París, alejado de la vida política.
Afanoso lector y bibliófilo, se consagró a la formación de un gran archivo político y una monumental biblioteca histórica. Su biblioteca, repatriada en 2022, cuenta con más de 35 mil volúmenes que forman hoy parte del acervo del Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas (CeDInCI), en Capital Federal.
Tal como plantea el sitio del Centro de Investigación CeDInCI: Alberto Belloni nos dejó una historia rica de resistencias, militancias, compromiso social y político que marcaron los devenires de nuestra Argentina. Fue un amigo y entrañable compañero, y su memoria será resguardada en este Centro donde van a cuidar su imperecedero legado.
Su ausencia física en agosto de 2005 no disminuye la relevancia de su legado. Continúa siendo un faro de inspiración para quienes luchan por un mundo más equitativo y justo. Su memoria y la de sus compañeros de ATE Rosario como Héctor Quagliaro, Vicente Militello o Mario Aguirre, son llevadas como banderas de lucha, tributo constante a su incansable compromiso y aportes a la historia y la justicia de la clase obrera argentina.
Equipo de Comunicación ATE Rosario