Daz: “Estamos en la cresta de la ola conservadora”
De cara al paro nacional de ATE del próximo jueves 15 de febrero, el Secretario General de la Seccional Rosario, Raúl Daz, analizó la situación política y social. En esta entrevista, desmenuzó las medidas del gobierno nacional y adelantó lo que será la discusión de la paritaria provincial.
El próximo jueves 15 de febrero ATE irá a un nuevo paro nacional. En todo el país, trabajadoras y trabajadores de las administraciones públicas nacional, provinciales y municipales irán a la huelga. Los motivos sobran: se multiplican los despidos y el ajuste en diversas áreas de gobierno; se reclama el inicio de las negociaciones paritarias; y las reformas previsional, laboral e impositiva sumado al pacto fiscal firmado entre el gobierno de Mauricio Macri y los gobernadores no da respiro a las condiciones de trabajo, con salarios pauperizados por la inflación y los tarifazos.
Con ese contexto, Raúl Daz, Secretario General de ATE Rosario y Adjunto de la CTA Autónoma local, brindó una entrevista donde analizó la situación social y política general. Además, puntualizó las consecuencias para la clase trabajadora de las medidas del gobierno nacional y adelantó cómo se pararán de cara a una paritaria que estará marcada a fuego por el pacto fiscal firmado entre la provincia y la Nación.
- El 15 de febrero se realizará el segundo paro nacional del año de ATE. El primero fue el 4 de enero, frente a los despidos en Fabricaciones Militares y el cierre de Fanazul. ¿Cuáles son los motivos centrales de este paro?
Raúl Daz (R.D.): Hay que pensar seriamente que estamos en la cresta de la ola de una etapa conservadora en términos de gestión y de gobierno, muy dañina para los sectores populares. Más allá de las consignas que planteamos, que son muy claras, creo que es un llamado al pueblo, a las organizaciones del pueblo y a la sociedad en general, sobre todo a aquellos que están padeciendo la crisis de manera muy profunda. Hay una crisis en términos de estado de ánimo, porque uno no es sólo un número. La Constitución Nacional Argentina en términos de derecho laboral es muy clara y precisa y en eso esta gestión está en deuda política con esa premisa. Ellos necesitan decretos y leyes que contemplen sus negocios.
Nosotros tomamos la iniciativa haciendo uso de nuestra legalidad y legitimidad porque creemos que los derechos de los trabajadores están profundamente vulnerados en todo sentido, desde el que gana bien hasta el que gana poco, no es sólo un tema de salario en cuanto a números sino como concepto social, tal como lo expresa la Constitución.
Además nosotros imprimimos en nuestra organización la democracia sindical y debatimos con los trabajadores, los escuchamos, y hay una necesidad de estar en la calle permanentemente, también junto a otras organizaciones, porque estamos en ese proceso de construir una herramienta de los trabajadores que se identifique con sus necesidades básicas cubiertas: salario y trabajo dignos.
- En 2017 ATE hizo ocho paros nacionales, otro tanto en 2016 y fue el sindicato que hizo el primer paro a este gobierno, el 29 de diciembre de 2015. De cara a una nueva medida de fuerza, ¿cuál es el análisis que hacés de todo este período en líneas generales?
R.D.: Yo divido dos etapas grandes de los conflictos: una hasta el 14 de diciembre y otra después. Antes de esa fecha nos encontramos con un avance sobre los derechos de los trabajadores apenas empezó la gestión, por eso fue nuestro paro el 24 de febrero de 2016 con los despidos en organismos del Estado, con la posibilidad todavía de discutir mano a mano con los funcionarios los despedidos. Después del 14 de diciembre, con el avance de la reforma previsional, eso se terminó y el diálogo hay que imponerlo de otra manera, como se está haciendo pacíficamente en INTI, en SENASA, en Fabricaciones Militares. Estamos en un momento de protesta social que necesita de una fuerza diferente para lograr la reincorporación de miles de despedidos que todavía están en la calle.
Insisto con el 15 de diciembre, la gran asamblea y plenario que se hizo en ATE y el Congreso de la CTA que se hizo acá, entre las dos actividades pasaron más de 500 compañeros y compañeras de distintos sectores de trabajo. Eso enorgullece porque lo que estamos haciendo creo que está a la altura de las circunstancias. Por supuesto que falta, pero creo que hay que valorar la voluntad, la fuerza y el coraje que tienen las trabajadoras y los trabajadores de ATE en este momento tan difícil de la Argentina y de la región.
Además, lo que pasó del 14 de diciembre para acá nos llevó a un punto de encuentro con otras organizaciones, en la lucha por la defensa de los salarios, y que mostraron en el Cordón una lucha y una solidaridad de clase que no se había visto en muchos años y que hay que seguir construyendo.
- ¿Cuáles son las medidas que están afectando más particularmente a la clase trabajadora?
R.D.: Creo que lo que más afecta en esto es que todo el mundo necesita proyectar, tener perspectivas, planificar y esto desestabiliza. Son muchos estados de ánimo con los que nos encontramos. Hay que considerar mucho lo afectivo.
Por otro lado, nos están dejando sin barreras sanitarias; sin controles de los productos como los que hace el INTI, con todo lo que significa para la pequeña industria que está siendo muy castigada; con un PAMI donde faltan remedios para la mayoría de los jubilados que los necesitan; sin servicios sociales, cuando Desarrollo Social tiene uno de los presupuestos más bajos del país mientras aumentan los niveles de pobreza reales. También los cambios en la doctrina de seguridad, con la necesidad de la fuerzas de seguridad y su saturación para que la pobreza sea objeto de represión. Todas estas son formas en que nos afecta el ajuste que nos están practicando los gobiernos.
Además, están atacando profundamente los convenios colectivos de trabajo cada vez más y empiezan a ser letra muerta, a quedar encajonados y no funcionar. Ya lo modificaron a nivel nacional con el presentismo y la productividad, con lo cual abaratan la mano de obra. Ese instrumento formal que logró la clase trabajadora, que en los '90 lo logró Germán Abdala, está siendo desplazado por decisiones autoritarias que primero despiden, luego no hacen funcionar la carrera, ni la seguridad e higiene, ni la igualdad de oportunidades y trato. Tenemos un grave problema político de desplazamiento de ese instrumento formal que afecta las condiciones de trabajo.
- ¿Qué se viene? ¿Va a salir la reforma laboral?
R.D.: La reforma laboral está saliendo de otra manera: megadecreto 27/2018, reforma previsional, la CUS, pacto fiscal. El pacto fiscal en la provincia de Santa Fe establece que en áreas claves del Estado no se puede tomar personal, como en educación, salud, desarrollo social y seguridad.
Hace rato que nosotros nos manifestamos en contra de esto. Ayer hubo una concentración de trabajadores del Estado en Santa Fe negándose a que se apruebe el pacto fiscal, pero senadores la aprobó por unanimidad y en diputados hubo abstenciones y votos en contra. El Senado provincial es la escribanía de Macri en la provincia. ¿A dónde va el socialismo? Serán ellos los que tengan que discutir su futuro. En el medio se le da media sanción a la suba del impuesto inmobiliario y bajan el de ingresos brutos. Este pacto fiscal es menos trabajo, es concentración de poder.
Tenemos que pelear por el federalismo, por las autonomías provinciales. Lo que este gobierno está haciendo con el pacto fiscal es un riesgo.
- En ese marco, ¿cómo se va a dar la discusión paritaria en la provincia?
R.D.: Nosotros vamos por salarios dignos, por paritarias libres y sin techo, vamos a dar una discusión fuerte sobre el salario y la recuperación de nuestro poder adquisitivo de acá en adelante. En realidad es algo que venimos haciendo siempre, siempre peleamos por el salario, los 365 días del año. Si tuviéramos un salario más justo, la situación sería distinta.
Con el pacto fiscal se ponen en riesgo las áreas clave. Hay provincias en las que el salario y el presupuesto para los organismos del estado se lleva más del 80% de lo que recauda y esto es menos poder de recaudación.
Estos tipos son los representantes de la Argentina que masacró a los pueblos originarios, son los cazadores de poder y cazan a los que están en contra de sus políticas. Desprecian a los jubilados, a los trabajadores, a los indígenas. Y se recuestan en las fuerzas de seguridad para bancar el modelo: hablan de baja de punibilidad, de pena de muerte, de cambios en la doctrina de seguridad. Ellos están en un momento en que legitimándose con los votos creen que pueden hacer cualquier cosa, pero ya tienen bastantes problemas.
- ¿Cuál es la tarea principal de ATE frente a este panorama?
R.D.: Es recuperar la iniciativa política bajo la organización madre que es nuestra Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma. Está jugando un papel clave para tener la herramienta central que necesitan los trabajadores y las trabajadoras para construir una nueva sociedad o al menos un camino hacia ella. Lo que fueron los '90 y todo lo que ha practicado esta Central es muy rico y sigue bregando por la autonomía de la clase. Por eso es muy importante el Congreso de la CTA-A que se hará el 28 de abril.
Nosotros peleamos por un nuevo modelo sindical en Argentina rescatando lo mejor de la historia del movimiento obrero, desde los inicios anarquistas, comunistas y socialistas; las experiencias de base del peronismo; del sindicalismo que se corrió de Vandor y Rucci y que peleó contra la explotación y las dictaduras militares; la CGT de los Argentinos con su programa del 1° de Mayo. En nuestra Central pensamos que somos trabajadores, no empresarios. No vamos a llevar adelante ninguna iniciativa política que concilie con las necesidades del empresariado. La precarización, la informalidad, nada de eso nos llevará a un camino de realización sino todo lo contrario, es un camino de profundo dolor y derrota. Por eso hay que hacer el doble de esfuerzo y seguiremos siendo parte de esta resistencia que va creciendo.
* Equipo de Comunicación ATE Rosario