La vida de un referente inolvidable, Miguel Peyrano
Hace siete años nos dejaba Miguel Peyrano, dirigente que siempre mantuvo su esencia como delegado de base, una figura clave y referente sindical imprescindible en ATE Rosario.
Fundador de la Agrupación Verde ANUSATE, tuvo un papel fundamental en la recuperación del sindicato tras la dictadura, y más tarde, resistió al neoliberalismo desde la Fábrica Militar de Fray Luis Beltrán, un lugar que amaba profundamente. Es allí, en su querida Fábrica, donde sus compañeros lo recuerdan como un dirigente íntegro, defensor del rol del Estado y apasionado por su labor, mostrando siempre un fuerte compromiso con la clase trabajadora y con el pueblo.
Desde que comenzó a trabajar en la fábrica en 1972, desempeñó diversos roles de liderazgo en ATE, incluyendo la Secretaría General de ATE Borghi y la Secretaría Gremial del Consejo Directivo Provincial de ATE Santa Fe.
Miguel Peyrano fue uno de los pilares en la creación de la agrupación ANUSATE y participó activamente en la lucha contra las políticas neoliberales en la década de los 90. A siete años de su partida, aquellos que lo conocieron destacan su honestidad, su dedicación a la clase trabajadora y su apasionado compromiso con su trabajo en la fábrica.
Como todo el que es parte de la historia, siempre recordó a sus compañeros, los tiempos difíciles de la represión militar, las reuniones en la histórica Casa Nazareth de la Iglesia de la Santa Cruz en Buenos Aires, donde se gestó la agrupación ANUSATE, cuando compartía su visión de abrir un camino junto con Héctor Quagliaro o Germán Abdala. Y durante años, colaboró con éstos referentes y con su gran amigo Jorge Acedo, ambos secretarios generales de ATE Rosario y la CTA Autónoma en distintos períodos. Más tarde, recordaría Miguel, que compartió experiencias significativas con Germán Abdala, otro estatal referente que llegó a ser legislador nacional.
Miguel siempre hizo hincapié en la importancia de la Fábrica Militar en su vida y en la lucha de ATE contra el vaciamiento en los años 90, una etapa que él denominaba "la segunda década infame". Su labor en la resistencia frente al cierre de la planta se destacó por su determinación y su compromiso con el crecimiento de la comunidad laboral, de los trabajadorxs.
Miguel Peyrano decía en que uno de los logros más significativos de los últimos treinta años para ATE era haber ganado las calles y demostrar que no era un sindicato al servicio de los funcionarios de turno, sino que estaban ahí para los trabajadores. Él valoraba el diálogo con sus compañeros, como algo esencial para comprender la problemática y defender los derechos.
El 15 de octubre de 2016, a menos de un mes del fallecimiento de su histórico compañero Jorge Acedo, otro destacado “fabriquero”, Miguel Peyrano murió. Fueron dos pérdidas consecutivas irreparables para el sindicato. Sin embargo, el legado de todas sus luchas perdura en la experiencia de una vida compartida y en las convicciones por las que lucharon. Dejando a sus compañeros con el abrazo más cálido: la experiencia de una vida dedicada a la lucha, la certeza de las convicciones y una nueva generación de referentes listos para continuar con la causa de los trabajadorxs.
Equipo de Comunicación ATE Rosario