Las patas de la mentira de la paritaria
Hoy se depositó el monto de la planilla complementaria para que los trabajadores y las trabajadoras del Estado provincial perciban el 2,6% adeudado de la cláusula gatillo de diciembre y el 12% de aumento de marzo. El malestar se expresó inmediatamente porque nadie tiene en claro qué cobra y por qué. Otra vez, se cerró una paritaria a nuestras espaldas con porcentajes mentirosos. La realidad nos golpeará en agosto.
A medida que los trabajadores y las trabajadoras del Estado pasaban por el cajero para ver qué cobraron hoy por planilla complementaria, iban llegando los mensajes con preguntas, quejas y confusión. Nadie estaba seguro de cobrar lo que correspondía dado que no se perciben montos fijos sino porcentajes.
Según el acuerdo aceptado por el paritario Jorge Hoffmann y el CDP de ATE el pasado 11 de abril, en esta liquidación complementaria se cobraría el 2,6% adeudado por la cláusula gatillo de diciembre de 2018 correspondiente al mes de febrero; la diferencia de liquidación salarial del SAC 2018 y el 12% de aumento acordado para el mes de marzo del corriente.
Pero, ¿cómo saber sobre qué salarios se aplican esos porcentajes y sobre qué ítems? Como el 2,6% y la diferencia sobre el SAC corresponden a 2018, la base de cálculo es el salario de diciembre de 2017. En tanto, el porcentaje acordado para marzo se calcula en base al sueldo de febrero de 2019. Sobre qué ítems, es un misterio.
Por otro lado, en la paritaria también se prometió que se garantizaría un salario mínimo de bolsillo de $24.000 para los trabajadores y las trabajadoras de las categorías más bajas cuyos salarios, aún con estos aumentos, no alcanzaran ese monto. Por lo tanto, quienes hasta ahora cobraban 18 o 20 mil pesos, deberían encontrarse con un monto superior que corresponde a este piso mínimo.
La realidad de esta paritaria se verá en los salarios de abril, que cobraremos en mayo. Después, recién en junio se percibirá el segundo tramo del aumento, del 3%. Un porcentaje que puede que no todos percibamos, dado que las veces que se garantizó este piso mínimo los posteriores aumentos fueron absorbidos por ese incremento inicial hasta cubrirlo. Por ejemplo: si para llegar al piso de $24.000 recibimos un incremento total de 18%, ya percibimos el 3% de junio y cualquier otro aumento que podamos recibir por la vía de la cláusula gatillo hasta superar ese número.
Los problemas nos van a golpear de lleno en agosto, ya que en el salario de julio percibiremos el último porcentaje de aumento y el aguinaldo. Cuando se acabe el congelamiento de precios y tarifas y vuelva a galopar la inflación (si es que alguna vez frena), vamos a tener salarios con un 3% de aumento actualizados a febrero que no van a alcanzar para cubrir nuestras necesidades, generando nuevamente una enorme pérdida de poder adquisitivo. Sobre todo teniendo en cuenta que se acordó que será ese mes cuando los paritarios vuelvan a sentarse con el ejecutivo santafesino para rever la cláusula de resguardo salarial, “monitorear el comportamiento y proyección del IPC, de la recaudación tributaria y demás variables presupuestarias”.
Como hemos advertido en su momento cuando rechazamos este acuerdo, la paritaria que se cerró a nuestras espaldas y con todos estos porcentajes confusos y engañosos, deja a miles de trabajadores y trabajadoras del Estado bajo la línea de pobreza, establecida por el INDEC en $28.998,03 a febrero de 2019. Y por lo tanto, muy lejos del salario mínimo que establece la Junta Interna de ATE en ese organismo, que alcanzó a $42.401 para ese mismo mes.
En el Congreso Provincial de ATE realizado ayer no se dijo una palabra sobre este acuerdo vergonzoso ni sobre la intención de exigir una reapertura de la paritaria en la que realmente se recompongan nuestros salarios. No está en los objetivos de nuestro paritario.
Por eso creemos que es fundamental que el reclamo por el salario se exprese como eje central en el paro nacional que protagonizaremos este martes 30 de abril junto a numerosas organizaciones sindicales, sociales y políticas. Tenemos que llenar las calles de Rosario y de todo el país para repudiar este aumento salarial insuficiente, el ajuste que siempre recae sobre nuestras espaldas y la creciente dolarización de la economía impuesta por el FMI.
* ATE Rosario
