ATE Rosario en campaña por la soberanía sobre el Paraná
De cara al fin de la concesión del dragado a Hidrovia S.A., el sindicato estatal lanzó una campaña por la derogación del Decreto 949/20, para un control estatal sobre las vías navegables y los puertos y por la revitalización de áreas productivas y de control nacionales. Se realizaron múltiples acciones que compartimos a continuación.
Días atrás ATE Rosario publicó su pronunciamiento público (ver aquí) sobre la situación abierta en torno al destino de la cuenca de agua dulce más importante del país. Ante el fin del contrato con la empresa mixta integrada por Jan de Nul y EMEPA, la voluntad es impulsar una política de Estado en defensa de la soberanía y los bienes comunes.
“Nuestro río Paraná es una de las cuencas de agua dulce más importante del mundo y su gestión como vía navegable debe estar en manos estatales. Para nosotros no hay otra opción. El agua es un derecho humano y el río es la principal fuente de acceso para millones de personas. Es urgente, por eso la reactivación de todos los sectores productivos del Estado y sobretodo el control del Estado sobre los puertos y las vías navegables de nuestro país. La defensa de toda la costa, hoy acaparadas por puertos privadas, en su mayoría empresas multinacionales que la han juntado con pala en los últimos años”, dijo la Secretaria General de ATE Rosario, Lorena Almirón.
“El 80 % de las materias primas que se van por los puertos, que se van por el río Paraná, de todo ese dinero que circula no hay un solo centavo que quede para nuestra provincia de Santa Fe. Queremos ratificar que todos los ríos y mares de nuestro país tienen que estar bajo control estatal. También que se vuelvan a hacer los controles fitosanitarios por parte de los compañeros de SENASA, es muy importante controlar todo lo que ingresa y egresa de nuestros puertos”, afirmó la dirigenta.
Muchas iniciativas, muchas voces
Para ello, se realizó desde el sindicato una producción audiovisual con trabajadores y trabajadoras de diversas áreas vinculadas al río, que pueden verse en las redes sociales y el canal de Youtube de ATE Rosario (ingrese AQUÍ). Además, junto a Social 21 se efectuaron dos charlas virtuales para pensar colectivamente de qué se está hablando, cuando se aborda el destino de este curso por el que transitan negocios millonarios, legales e ilegales (Ver Charla 1; y Charla 2).
También nuestras compañeras de Vías Navegables participaron de la Radio Abierta junto a otras organizaciones en Plaza San Martín el lunes 26 de abril. Junto al Diputado Provincial Carlos Del Frade, la compañera María Rosa Carreño, de dicho sector y Pro Secretaria de Finanzas de ATE Rosario, contó que “a partir de la década de 1990 nos fueron despojando de todas nuestras funciones. Y en estos momentos estamos en la mínima expresión. En los años ochenta, cuando yo ingresé en la repartición, éramos 325 agentes y hoy somos 12 agentes administrativos y 2 de talleres. Y quedan alrededor de 35 agentes embarcados”.
El momento de inflexión respecto a esta área se dio “cuando se entrega la concesión a la empresa Hidrovía, donde están Jan De Nul y Emepa S.A., que son las que se empiezan a encargar del dragado y el balizamiento, dejándonos a nosotros una sola función que en estos momento es el trabajo de balizamiento, mantener las boyas, la iluminación de las boyas en el tramo navegable y la altura del río que es una de las funciones que se siguen haciendo. Y el relevamiento para controlar la red troncal de que puede ser navegable la vía. Nos cortaron las manos”.
“Nadie se ocupó, desde el Estado Nacional de reflotar todo esto, nosotros estamos en condiciones. De hecho, la empresa Jan De Nul tiene una de nuestras dragas y se llevó parte del personal flotante, que nosotros teníamos, que pasaron todos a la empresa privada. Entonces nos fueron desmantelando desde todos estos lugares”, denunció Carreño.
Griselda Gianni, trabajadora de Vías Navegable con décadas de experiencia y Secretaria de Acción Social del sindicato, recordó que el organismo de control sobre la concesión nunca existió. “Nadie los controla, ellos pueden tirar el reculado de arena (lo dragado) donde quieren, por eso el problema de la bajante del río y ellos tiran la arena donde quieren, ahí también hay posibilidad que varen los buques”, sostuvo.
Y contó la insólita realidad que viven quienes van a trabajar al puerto: “no tenemos, si volvemos a trabajar, agua potable, porque en el puerto no hay agua potable, cada uno se tiene que llevar la suya. Así que bueno, teníamos una empresa que nos daba los bidones de agua, pero siempre como para el Estado no hay un peso nos teníamos que andar cargando los bidones los compañeros que están yendo ahora”.
Escuchar y hacer oír la voz de las y los trabajadores vinculados al destino de nuestra principal cuenca de agua dulce, sigue siendo una tarea nodal para pensar un modelo distinto y soberano sobre nuestros bienes comunes, un rol activo y fuerte de Estado y de reactivación productiva nacional. Desde ATE Rosario durante todo el lapso previo al fin de la concesión, la apuesta fue unificar las voces, darle volumen para que lleguen a quienes deben oírlas, para que sepan que hay un pueblo de pie, que resiste y necesita definiciones políticas que vayan en el sentido de garantizar sus derechos, su presente y su futuro.
Equipo de Comunicación ATE Rosario
