Documento | La memoria como herramienta de transformación: 30 mil ¡presentes!
Con motivo del 47º aniversario del golpe genocida este 24 de marzo, la CTA Autónoma Regional Rosario, de la cual la Seccional de ATE forma parte, comparte un documento de reflexión y debate. Además, convoca a movilizar el viernes desde las 16.00 horas en Córdoba y Dorrego por memoria, verdad y justicia.
1976 – 24 de marzo – 2023
Documento de la CTA Autónoma Regional Rosario
Movilizamos desde Plaza San Martín (Córdoba y Dorrego), a las 16.00 horas.
30.000 ¡PRESENTES!
“En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada.”
Carta Abierta a la Junta Militar – R. Walsh
Reivindicar memoria, verdad y justicia es, a la vez, hablar de dictadura, camino colectivo y presente.
Fruto de la enorme capacidad de resistencia de nuestro pueblo, estas consignas penetraron en las fibras más íntimas de cada uno de nosotros/as/es. Memoria, verdad y justicia, han sido recogidas y guardadas a veces como única certidumbre en un mundo en el que, cada vez más, los relatos pretender crear realidades y todo perece morir antes de terminar de nacer.
Hablar de memoria no es acotarla a un puñado de recuerdos que no incomodan ni cuestionan la realidad. La memoria desmemoriada, nos empuja a olvidar aquellas voluntades que se movilizaban por la justicia social, por igualdad, por el socialismo –en sus diversas concepciones-, comprendiendo desde una pertenencia de clase profunda que los grandes males que aquejaban a las mayorías lo seguirían haciendo de no transformarse la estructura económica, social, institucional –que respondía a los intereses de la clase dominante-.
Para no aplastar la memoria hasta ahogarla, ni quitarles a quienes fueron muertos/as/es, desaparecidos/as/es aquello que los convirtió en presa del aparato represivo, es fundamental seguir nombrando y señalando a las patronales y funcionarios civiles cómplices, así como seguir gritando en las calles y los palacios judiciales que la iglesia fue parte y garante del genocidio. Una memoria recortada es el fin de la verdad y la imposibilidad de la justicia.
El golpe iniciado formalmente el 24 de marzo de 1976, empezó mucho antes, con las ‘pruebas de ensayo’ en Villa Constitución, con la Alianza Anticomunista Argentina. Su objetivo fue arrasar a la clase trabajadora organizada, anulando su participación pública, política. Era ése un paso obligado para desplegar un modelo económico, social y político neoliberal, que luego sería imperante en el mundo y que continúa hasta el presente.
Un modelo que en Estados Unidos e Inglaterra se instaló por vías legales de la mano de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, se impuso en buena parte de Latinoamérica mediante fuerza de las armas y la implantación de un régimen de horror. El neoliberalismo se abrió camino regando de sangre y dolor a nuestra tierra, con la colaboración invaluable de diversos comandos fascistas de países imperialistas. La violación como método de tortura, los vuelos de la muerte, el robo de bebés, entre otras atrocidades, fueron parte de los mecanismos para instaurar un régimen a largo plazo.
Rodolfo Walsh fue uno de los militantes y escritores más lúcidos, claros y valientes para denunciar la raíz de los objetivos de instaurar el gobierno de facto. Escribió su Carta Abierta a la Junta Militar en 1977, con datos demoledores, dolorosos y precisos. Aquella denuncia le valió la vida.
“En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40 %, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30 %, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar (…)”
“Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisiones internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9 % prometiendo aumentarla con 300.000 nuevos despidos (…)”
“Un descenso del producto bruto que orilla el 3 %, una deuda exterior que alcanza a 600 dólares por habitante, una inflación anual del 400 %, un aumento del circulante que en sólo una semana de diciembre llegó al 9 %, una baja del 13 % en la inversión externa constituyen también marcas mundiales (…)”
“Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o a Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S.Steel, la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete (…)”
“Desnacionalizando bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en manos de la banca extranjera, indemnizando a la ITT y a la Siemens se premia a empresas que estafaron al Estado, devolviendo las bocas de expendio se aumentan las ganancias de la Shell y la Esso, rebajando los aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong o Singapur y desocupación en la Argentina (…)”
Estos fragmentos electos, dan cuenta de lo que debemos seguir mirando para no desmemoriar la memoria y honrar a nuestros/as/es desaparecidos/as/es: las estructuras que vino a instalar el gobierno genocida siguen, a 40 años de democracia, rigiendo nuestra vida. Y eso, es una daga en el corazón de la justicia que impide desmoronar el fantasma golpista y militarista, cuyo apoyo social se forja en un sistema cada vez más desigual, excluyente y violento, que empuja a sectores sociales a un síndrome de Estocolmo anunciado. La mejor lucha contra la derecha y el fascismo, es derribar las estructuras económicas, institucionales y políticas con las que minaron el futuro.
Y lo sabían también los/as/es obreros/as/es de aquellos años, que incluso salieron a las calles en el enorme paro ferroviario de 1977, el lucifuercista, la ‘Huelga de los 25’ en 1979, las movilizaciones de marzo de 1982 y el paro de diciembre del mismo año donde Alberto Piccinini se subía a los colectivos metalúrgicos para convocar a los compañeros. Fue esa clase obrera el objetivo del genocidio, porque entendía la importancia de su lugar en el sistema productivo y que su rol no se limitaba como tal a la puerta de las fábricas.
Como también decía Walsh: “aún si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas”.
Los represores – aunque no todos y restan por ser juzgados- murieron en las cárceles tras un juicio. La dictadura murió en las calles con la resistencia obrera y popular, con las Madres, Abuelas y organismos de derechos humanos a la vanguardia de una lucha por juicio y castigo que es ejemplo mundial: que los motivos por los cuales lucharon los/as/es compañeros/as/es no sucumban en el posibilismo.
¡30.000 presentes!
Cárcel común, perpetua y efectiva a los/as responsables del genocidio
Fuera FMI de Argentina: NO al pago de la deuda ilegal, ilegítima y fraudulenta
Derogación YA de leyes, tratados y normativas de la dictadura
Basta de ajustes. Basta de represión
NO a la militarización de nuestros barrios
Cese de la criminalización y judicialización de las protestas
No a los salarios de pobreza
Los cuerpos no son territorios de guerra: basta de violencia sexista
#LeyDeHumedalesYA Basta de ecocidio. Las zonas de sacrificio atentan contra la vida y la democracia
Central de Trabajadorxs de la Argentina Autónoma Regional Rosario