Fabricaciones Militares vuelve enfrentar políticas de ajuste y desinversión
En medio de un clima de indecisión donde los trabajadorxs vuelven a sentirse en el ojo de la tormenta, Fabricaciones Militares atraviesa una etapa crítica marcada por recortes en convenios de exportación y falta de inversión, lo cual pone en riesgo los puestos de trabajo. Así lo confirmó Fernando Peyrano, Secretario Adjunto de ATE Rosario, en una reciente entrevista en la que denunció el vaciamiento de las Fábricas y las intenciones de privatización dentro del impacto de políticas de la administración Milei para la industria nacional.
Despidos y recortes que debilitan la producción
Peyrano reveló que dentro de medidas llamadas de “reestructuración” ya se dieron despidos sin causa y, en Fray Luís Beltrán, uno de los centros de producción más relevantes, cerca de 35 empleados se fueron con la modalidad “retiro volutario”, y este número podría seguir creciendo, en la medida que el trabajo siga indeterminado o ausente, “y no te olvidés que nuestras paritarias fueron del 1% para este mes, lo que es un desastre para los salarios”.
“Nosotros generábamos divisas internacionales pero desde que vino esta gente cerró todos los convenios, no dejó algún tipo de posibilidad de ingreso de divisas extranjeras, eso para tener en cuenta”. En “los años 90 Fabricaciones Militares tenía 25 mil personas y eran 14 fábricas. Sólo cuatro de ellas quedaron. Y en la actualidad lo que estamos viendo es que estamos siendo víctimas también de lo que se está dando en este año último: un “industricidio” y que el sector privado justamente es el que está cayendo a nuestros pies. Y que son mayormente nuestros clientes”, afirmó el Secretarió Adjunto de ATE Rosario.
Falta de acuerdos y pérdida de divisas
Desde el cambio de gobierno, FM también ha visto el cierre de convenios de exportación, como el contrato con Perú para proveer explosivos. Este recorte, según Peyrano, no solo afecta la entrada de divisas extranjeras, sino que incrementa la dependencia del país de productos importados, especialmente en el ámbito de la defensa, donde ahora se importa insumos desde Israel en lugar de producirlos en Argentina.
Pese a las afirmaciones de algunos funcionarios sobre las pérdidas de FM, Peyrano subraya que la empresa no sólo es rentable, sino que es capaz de autoabastecerse. “El año pasado, solo en Fray Luis Beltrán, FM facturó más de 1,250 millones de pesos”, enfatizó. Añadió que los chalecos antibalas que produce la empresa alcanzan un precio de hasta 900 dólares por unidad, una evidencia clara de su valor en el mercado.
El riesgo de la privatización
Peyrano denunció la intención del gobierno de convertir Fabricaciones Militares en una sociedad anónima, lo cual abriría la puerta a su privatización. Explicó que FM no ha sido incluida en la Ley de Bases, lo cual la mantendría bajo control estatal. “Fabricaciones Militares genera empleo para 329 trabajadores directos en Fray Luis Beltrán y mantiene a unos 600 proveedores que dependen de su actividad”, señaló, y agregó que estas acciones de vaciamiento están “intencionadas para que esto genere pérdidas y se lleve a la venta o al cierre de la empresa”.
Para ATE Rosario, la situación de Fabricaciones Militares refleja una política de desinversión y desprecio hacia la industria nacional, que no solo impacta a los trabajadores, sino que deja al país cada vez más expuesto a la dependencia extranjera en áreas estratégicas como la defensa.
Equipo de Comunicación ATE Rosario