La provincia debe reabrir la paritaria salarial
La reapertura de la paritaria salarial sigue siendo el centro de nuestros reclamos y se ha convertido en una reivindicación absolutamente necesaria. Está a la vista que nuestros salarios no se recomponen con una cláusula gatillo que llega tarde y mal, con porcentajes que se aplican sobre ingresos devaluados y de pobreza. Editorial del boletín Codo a Codo de septiembre 2018.
Mes a mes, venimos viendo cómo nuestro salario pierde poder adquisitivo sin pausa. Según informó la propia Secretaría de Trabajo de la Nación, los salarios perdieron en el último año un 5,2% respecto de la inflación. Cada día notamos cabalmente cómo desaparecen nuestros ingresos a manos de los tarifazos, los tickets de los supermercados, el costo del alquiler. Somos muchos y muchas quienes no llegamos a fin de mes, para quienes sobran cada vez más días al final de nuestro sueldo.
Por ello, la reapertura de la paritaria salarial sigue siendo el centro de nuestros reclamos y se ha convertido en una reivindicación absolutamente necesaria. Está a la vista que nuestros salarios no se recomponen con una cláusula gatillo que llega tarde y mal, con porcentajes que se aplican sobre ingresos devaluados y de pobreza.
Esto es lo que deben entender en primer lugar los propios paritarios, quienes dicen defender nuestros intereses cuando negocian con los gobiernos, en particular el nuestro de ATE en Santa Fe. También es un claro mensaje al Gobernador, Miguel Lifschitz, quien, aunque aparenta enojarse con el gobierno nacional en público, diciendo que no será parte del ajuste, acordó el pacto fiscal, dejando las necesidades de los trabajadores marginadas mientras le garantiza la gobernabilidad al macrismo. El ejecutivo santafesino ya debería haber llamado a paritarias nuevamente porque la situación salarial de los estatales de la provincia es insostenible.
El proceso inflacionario dejó muy atrás los aumentos acordados a principio de este 2018. Acuerdo que, vale recordar, se concretó a pesar de la negativa masiva de los trabajadores y las trabajadoras de la provincia, que se opusieron al mezquino e inaceptable aumento salarial del 18% en dos cuotas. Situación que ni siquiera mejoró con la aplicación de la cláusula gatillo, que llega siempre después de que nuestros bolsillos son saqueados, y que ni siquiera alcanza a todos los estatales por causa de los acuerdos intrincados firmados entre los paritarios y el gobierno.
También es hora de que nos devuelvan lo que nos han descontado por ejercer nuestro legítimo derecho de huelga, tanto por los paros que se vienen construyendo desde ATE Nacional como también el realizado, con movilizaciones en toda la provincia, el pasado 4 de abril. A pesar de las promesas del Ministro de Gobierno, Pablo Farías, esta devolución no se efectivizó hasta el presente. Es inconcebible que una administración que se autodenomina “socialista” o “progresista” descuente días de paro sobre los salarios de los trabajadores y las trabajadoras del Estado.
Este gobierno provincial debe convocarnos a una discusión paritaria donde se recomponga seriamente el salario de los estatales santafesinos, para salir de una vez por todas de esta situación de ingresos de miseria y precarios que tienen las grandes mayorías de los trabajadores del Estado santafesino.
Así, ratificamos que, como venimos planteando históricamente, a nuestros salarios deben marcarlo las necesidades reales y concretas de los trabajadores y sus familias y no los intereses del mercado financiero. Esto queda claro al analizar los estudios llevados a cabo por los compañeros y las compañeras de la Junta Interna de ATE INDEC (ver contratapa). No hay otra salida ante una política recesiva impuesta desde el Gobierno Nacional.
Por eso le decimos al Gobernador de Santa Fe que si realmente quiere diferenciarse del macrismo haga suyo el llamado a paritaria y ponga todo lo que esté a su alcance y más para recomponer en serio los paupérrimos salarios de los trabajadores públicos. Que haga que la democracia en esta provincia no caiga en manos de las políticas neoliberales que vienen destrozando al país con achiques, despidos masivos, reducción de presupuesto y seres peligrosos que desean fervientemente destruir nuestros derechos. El gobernador tiene una oportunidad histórica que no debería desaprovechar.
Es hora de que todos los actores vean esta verdad que venimos mostrando desde hace años. Los trabajadores y las trabajadoras del Estado necesitamos paritarias justas, libres y sin condicionamientos. Ningún estatal en Santa Fe debería ganar menos de $33.000 pesos de bolsillo, para partir de una base razonable sobre la que después se puedan negociar futuros aumentos. Hoy, nuestra canasta básica alimentaria y de consumo está bastante vacía. Sólo con una recomposición de este nivel podremos alcanzar un piso de dignidad para todos los estatales y sus familias.
* Editorial del boletín Codo a Codo de septiembre 2018.